La palabra «falla» proviene del latín facula, que significa «antorcha», y se remonta a las antorchas que se colocaban en las torres de vigilancia romanas. Con el paso de los siglos, este término ha evolucionado para dar nombre a las famosas fiestas de San José que se celebran en la ciudad de Valencia.
Aunque los orígenes de las fallas son inciertos, una de las teorías más conocidas es que los carpinteros quemaban trastos viejos a las puertas de sus talleres en vísperas de la festividad de San José para celebrar el fin del invierno. Junto a los restos de madera se colocaba un palo con un candil, llamado «estayo parot», que sostenía una figura humana vestida, lo que dio lugar al primer ninot y la primera falla propiamente dicha. Otra hipótesis sugiere que las fallas tienen su origen en la tradición europea de lanzar un pelele satírico a una hoguera.
Aunque en el siglo XIX las fallas no se consideraban una fiesta en sí mismas, sino como un festejo en el marco de la celebración de la festividad de San José, poco a poco se fueron convirtiendo en algo mucho más elaborado. Se instalaba una tarima de madera sobre la que se colocaban diversas figuras o ninots a los cuales se vestía con ropa real y se adornaban con máscaras de cartón simulando una escena teatral de contenido generalmente satírico.
En 1901, el Ayuntamiento de Valencia otorgó el primer premio a un monumento fallero, fomentando el valor artístico de la obra por encima del crítico, lo que motivó a los talleres a contratar artistas de calidad para construir las fallas. Esto provocó el nacimiento de una nueva profesión: la de artista fallero.
Poco a poco, las fiestas de las Fallas se fueron convirtiendo en un atractivo turístico de gran importancia. En 1931, Ángeles Algarra fue nombrada la primera fallera mayor de Valencia, y en 1932 se organizó la primera semana fallera. La Guerra Civil española interrumpió la fiesta, pero en 1944 se promulgó el primer Reglamento Fallero y se creó la Junta Central Fallera. En 1945 se oficializó la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados, y a partir de entonces se configuró la fiesta fallera tal como la conocemos hoy en día, con la Exposición del Ninot, la plantà, la Cabalgata del Reino, los castillos de fuegos artificiales y la Nit del Foc.
Las fallas no solo son una celebración popular en la Comunidad Valenciana, sino que también son una atracción turística de gran importancia, con numerosos visitantes que acuden a la ciudad de Valencia para disfrutar de la fiesta.
Aquí te dejo algunas curiosidades sobre las Fallas:
- Las Fallas son una de las fiestas más antiguas de España, con una historia que se remonta al siglo XVIII.
- La semana de las Fallas atrae a más de 2 millones de visitantes a la ciudad de Valencia.
- La noche del 19 de marzo, se queman los monumentos falleros. Este evento se conoce como La Cremà, que significa «la quema» en valenciano.
- Cada comisión de falla elige su propio lema y tema para el monumento que construyen. A menudo, estos temas son satíricos y humorísticos.
- Cada año, se construyen más de 700 monumentos falleros en la ciudad de Valencia.
- En la noche de La Cremà, se queman más de 350 monumentos falleros en toda la ciudad.
- Además de las fallas, también hay otros eventos durante la semana de las Fallas, como desfiles de música y baile, concursos de pirotecnia y desfiles o pasacalles.
- El desfile más importante de la semana de las Fallas es la Ofrenda de Flores, en la que más de 100.000 falleros vestidos con trajes tradicionales desfilan por las calles de Valencia para ofrecer flores a la Virgen de los Desamparados.
- Desde 2017, las Fallas de Valencia son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
- En los últimos años, algunas comisiones de falla han empezado a utilizar materiales sostenibles y reciclables para la construcción de los monumentos, en un esfuerzo por reducir el impacto ambiental de las Fallas.
- El último día de las Fallas, el 19 de marzo, se celebra la «cremà», que consiste en quemar todas las figuras de los monumentos falleros en una gran hoguera. La cremà es un momento muy emotivo y espectacular, ya que las fallas se queman al mismo tiempo en toda la ciudad.
- En las Fallas también se celebra una competición llamada «mascletà», en la que diferentes pirotécnicos compiten por realizar la mejor exhibición de fuegos artificiales y explosiones. La mascletà se lleva a cabo todos los días a las 2 de la tarde durante las Fallas.
- Cada año se elige una «fallera mayor» y una «fallera mayor infantil» que representan a todas las falleras y falleras infantiles de la ciudad. La elección de las falleras mayores es un proceso muy riguroso y competitivo que se lleva a cabo durante todo el año.
- Durante las Fallas, es muy común ver a las falleras y falleros vestidos con el traje típico valenciano, que consiste en un vestido largo y una faja ancha para las mujeres, y una chaqueta y pantalones cortos para los hombres.
- Las Fallas no solo se celebran en Valencia, sino también en otras ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana. Algunas de las fiestas falleras más famosas fuera de Valencia son las de Alzira, Denia, Gandía, Cullera y Torrent.
Anécdotas interesantes relacionadas con las Fallas que podrías contar durante las celebraciones:
- El falla más alto de la historia: En el año 2019, se construyó la falla más alta de la historia, con una altura de 32 metros, superada en 2001. Fue diseñado por el artista Pere Baenas y representaba la figura de un extraterrestre. La Falla Na Jordana del año 2001, titulada «Mai més» (Nunca más), se convirtió en la falla más alta y voluminosa jamás construida en la historia de las Fallas de Valencia. Con 33 metros de altura y un peso de 240 toneladas, la falla fue todo un desafío de ingeniería y creatividad, y se convirtió en uno de los principales atractivos de las celebraciones ese año.
- La competencia entre las comisiones: Cada comisión de Fallas compite por tener el mejor monumento. A veces, esta competencia puede ser muy intensa y dar lugar a rivalidades entre vecinos y amigos.
- La tradición del «ninot indultat»: Cada año, se elige un «ninot indultat» de entre todos los que se han construido. Este ninot se salva de ser quemado junto con los demás y se exhibe en el Museo Fallero de Valencia. Esta tradición se remonta al siglo XVIII.
- El origen de la palabra «falla»: Aunque no se sabe con certeza cuál es el origen de la palabra «falla», se cree que proviene del latín «fax» (antorcha), ya que originalmente se quemaban antorchas en lugar de monumentos.
- La historia del «Falla del Cid»: En 1955, se construyó un falla que representaba al héroe medieval español El Cid. Sin embargo, el monumento se incendió antes de la celebración y tuvo que ser reconstruido en solo cinco días. A pesar de los contratiempos, el «Falla del Cid» se convirtió en uno de los monumentos más populares de la historia de las Fallas.
- Las fallas en el extranjero: Aunque las Fallas son una tradición valenciana, se han exportado a otros lugares del mundo. Por ejemplo, en Nueva York se celebra una «Fallas en Nueva York» y en México se ha celebrado una «Fallas en México».
- En 2007, el artista fallero Pedro Santaeulalia creó una falla de 29 metros de altura que representaba al futbolista argentino Lionel Messi. La figura era tan grande que tuvo que ser cortada en pedazos para ser retirada de la ciudad después de la celebración.
- En 2018, una falla que representaba a una mujer dando a luz a su bebé se convirtió en un fenómeno viral. La figura incluía detalles tan realistas que algunos espectadores confundieron la figura con una escena real.
- Durante las Fallas de 1965, una falla que representaba a un obispo se incendió accidentalmente. El fuego se extendió rápidamente a otras fallas cercanas, y el incendio resultante destruyó 8 fallas y causó daños en otras 14.
- En las Fallas de 2015, un hombre fue detenido después de intentar llevarse una pieza de una falla en la calle. El hombre fue capturado por los espectadores y entregado a la policía, quienes lo acusaron de vandalismo.
- En 1992, una falla que representaba a la cantante Madonna causó controversia debido a su contenido sexualmente explícito. La figura incluía a Madonna sentada en un inodoro, rodeada de condones y otros objetos sexuales.
- En 2020, debido a la pandemia de COVID-19, las Fallas de Valencia fueron canceladas por primera vez en su historia. En su lugar, se llevó a cabo una versión virtual de las celebraciones en línea.
- La tradición de «plantar» la falla el día 15 de marzo, donde los vecinos y artistas trabajan toda la noche para montar y colocar las diferentes partes de la estructura.
- También está la famosa «mascletà», un espectáculo pirotécnico diario que se celebra durante la semana de Fallas en la Plaza del Ayuntamiento, y que atrae a miles de personas de todo el mundo.
- Otra curiosidad es que cada año se elige una «fallera mayor» y una «fallera mayor infantil» que son las representantes oficiales de las Fallas y participan en diferentes actos y ceremonias durante las celebraciones.
- También se elige una falla ganadora que recibe el premio más prestigioso de las Fallas, conocido como la «ninot indultat», que se salva de la quema y se expone en el Museo Fallero junto con otros ninots seleccionados de años anteriores.
Espero que te hayan resultado interesantes estas anécdotas. ¡Que disfrutes de las Fallas!
Las Fallas de Valencia: Una historia de tradición y arte
En el centro del siglo XVIII, las Fallas eran solo una pequeña parte de los eventos que se llevaban a cabo para celebrar el día de San José (19 de marzo). Durante la mañana del 18 de marzo, se encadenaban muñecos de trapo llamados peleles en las calles de la ciudad, o se exhibían uno o dos ninots (figuras) en plataformas pequeñas contra las paredes que representaban un evento o individuos merecedores de burla pública. A lo largo del día, los niños y jóvenes recogían objetos para quemar en las hogueras llamadas Fallas. Todos eran quemados en la tarde antes del día de San José en medio de mucha celebración.
El día siguiente, los valencianos devotos y los carpinteros asistían a sus iglesias locales en honor a su santo patrón. Las familias también celebraban el día del santo para cualquier persona llamada José (también conocido como Pepe) con tortas, buñuelos y anisette. Era una época de festividades extensas y amistosas.
La primera documentación que tenemos sobre las Fallas es una carta oficial enviada al alcalde de la ciudad de Valencia que prohíbe la colocación de monumentos (especialmente de una naturaleza teatral) en calles estrechas cerca de fachadas. Esta medida adoptada por la policía de la ciudad con el fin de prevenir incendios llevó a los habitantes a montar sus Fallas solo en calles anchas, encrucijadas y plazas, lo que condujo a una transformación importante. Aunque las Fallas continuaron teniendo una estructura teatral compuesta de dos partes (una plataforma y una escena dispuesta en ella), comenzaron a ser colocadas en ruedas para que pudieran ser movidas al centro de una calle o plaza. Como ya no eran colocadas contra una pared, el diseño cambió para permitir una visión desde todos los lados. Esto creó mucha más libertad de construcción e invitó a la inclusión de mensajes por todas partes.
Durante mucho tiempo, el término Falla fue utilizado indistintamente para las antorchas, las hogueras, las muñecas de trapo y las plataformas, pero gradualmente se restringió a los pyres satíricos que exponían vicios o prejuicios públicos. Estos Fallas dieron lugar a una gran expectación y los habitantes locales venían en masa para verlos. La estructura era generalmente prismática y erigida en una plaza, la base de madera adornada con marcos y lonas o paneles pintados para cubrir los materiales combustibles debajo. Las figuras incluidas en las escenas eran generalmente vestidas con ropa vieja. Como con los funcionamientos de teatro populares de los milagros de San Vicente, estos Fallas satíricos venían generalmente con versos que se relacionaban con el tema del Falla y que eran colgados en las paredes cercanas o en los pedestales. Para el siglo XIX, estos versos comenzaron a ser impresos y compilados en un librito llamado llibret. Esto permitió el desarrollo de temas mucho más elaborados.
La característica especial de los Fallas satíricos es que representan una acción social reprehensible o actitud. Tienen un tema específico y apuntan criticar o ridicule. Son más que hogueras o los pyres porque demuestran que las escenas que refieren a la gente, a acontecimientos meros o al comportamiento colectivo que sus fabricantes – los falleros – consideran deben ser criticadas o ser corregidas. Los dos temas más populares para los falleros en el 1850s eran eroticism y crítica social.
En 1858, los falleros en la plaza del Teatro fueron prohibidos oficialmente de erigir un falla móvil con una alusión directa a la desigualdad social con los versos escritos por Josep María Bonilla, pero fueron a continuación todos los iguales el año siguiente. La prensa dio el nombre el «falla erótico» o «tendencia contra-conyugal del» a los muchos fallas que refirieron a los temas del racy o del risqué con usar de los versos doble-entendres que reflejó una mentalidad hedonistic, lasciva. Bernat i Baldiví escribió llibrets en tales temas pero el más conocido es ése escrito por Blai Bellver para el falla en la Trinidad del de de la plaza en Xativa en 1866. Esto fue llamada «la cruz de la unión» y condenada seriamente por el Archbishop.
A través del diecinueveavo siglo, el consejo de la ciudad y las autoridades en general tendieron para desaprobar estos fallas. Su política de la represión, que apuntó modernizar y civiliza los costumbres de la ciudad por celebraciones populares de la supresión tales como el carnaval y el Fallas, fue aplicada con rigor durante el 1860s cuando los impuestos pesados fueron impuestos en los permisos para los fallas de la creación o música el jugar. Esto condujo a una reacción en la defensa de tradiciones locales y, en 1887, el la Traca del compartimiento concedió premios a los mejores fallas. La iniciativa fue continuada por una asociación llamada Lo Rat Penat. Esta ayuda explícita de la sociedad civil provocó competitividad entre los comités de los diversos vecinos, estimulando el fervour para los fallas y animando la creación artística. La crítica no desapareció de los temas de los fallas (en algunos casos, era político radical) pero una nueva tendencia se presentó favoreciendo preocupaciones estructurales y estéticas formales.
Eventual, aunque algo renuente, el consejo de ciudad de Valencia asumió el control de la rata baja Penat y concedió las primeras concesiones municipales para los fallas en el final de los festivities – uno para 100 Pesetas, y otras para 50 Pesetas. El clima social estaba no solamente en el favor de esta iniciativa pero exigido le. Una amplia gama de organizaciones era implicada – cultural, recreacional, cívico, el divertirse, político y para los trabajadores – y todos los éstos ayudados para promover los fallas durante la primera década del siglo. En vuelta, los fallas dedicaron cada vez más su atención a exalting valores locales, dando por resultado una asociación cada vez mayor entre los festivales y la ciudad de Valencia como su centro. Desde el comienzo del siglo XX, los Fallas ya no mantuvieron la estructura dual de plataforma y escena. Un nuevo concepto tomó el control en el cual las figuras ya no eran la parte más importante. Los Fallas ahora abarcaban básicamente tres diferentes elementos: una base baja con varias plataformas para diferentes escenas, un cuerpo central que sostenía el monumento y una tapa. La tapa generalmente contenía una figura grande, alegórica, que condensaba el tema del Falla entero y resumía las escenas debajo de ella. El Falla no solo contenía una escena fija contra un fondo, sino que el contenido era expresado en el conjunto de la escultura y tenía que ser descifrado caminando alrededor del Falla y mirándolo de tapa a fondo. Los Fallas se habían vuelto pródigos, majestuosos e imponentes, lo suficientemente grandes para ser vistos a distancia. La competencia introducida por las concesiones significaba que los artistas se esforzaban por producir creaciones monumentales y elaboradas. En 1927, la Asociación de Atracción de Valencia para la Promoción del Turismo organizó el primer tren de Falla para traer de regreso a su ciudad natal a los emigrantes valencianos que vivían en otras provincias españolas para los festivales. Esto fue tan exitoso que la sociedad valenciana se hizo aún más devota a sus Fallas, y el número de monumentos construidos creció y creció. Los festivales pronto requirieron una mejor organización, y se creó la Asociación General para el Valencian Fallas y el Comité de Fallas de la Central para representar a las comisiones y organizar las celebraciones. Un artículo publicado en 1935 por Y. Llopis Piquer y titulado «Cómo se preparan los Fallas» describe detalladamente la producción de un Falla: «Los elementos más importantes son: cartulina, yeso y cera, sin olvidarse de la madera de los bastidores y del acoplamiento del metal cubierto con saco para las figuras grandes». Usando estos materiales simples, los artistas de Valencia emulan las creaciones grandes y duraderas de los escultores, demostrando su habilidad en la producción de monumentos grandiosos. La tarea más difícil y compleja es la construcción de los moldes para las cabezas. Estos se basan en modelos de arcilla que luego se echan en yeso y posteriormente en cera para crear cabezas de elasticidad que luego se terminan agregando un bigote, una mirada despectiva o una expresión para darles un toque no humano y convertirlos en los personajes presentados en el Falla. Los cuerpos son más fáciles de construir. Se presiona la cartulina mientras está mojada sobre el molde de yeso y luego se forma, una habilidad esencial para cualquier artista del Falla que esté comenzando. Y se hace otro molde de arcilla dando como resultado otra encarnación humana que luego se termina con distorsiones físicas y adiciones materiales. Este es el método básico utilizado para crear los múltiples personajes de los Fallas.
La parte más difícil es pintar la cera. Hay pocos artistas que son capaces de inyectar vida en las figuras por el uso del color pero, por el dint de la experiencia y de la perseverancia, los milagros ocurren. ¿Qué todavía permanece ser hecha? Los cuerpos entonces se ponen en un puntal de madera que sirva para unir los materiales ligeros tales como paja, paño, serrín y cera. Las figuras finalmente se erigen en el día real del plantá cuando los fallas se colocan en sus localizaciones finales y los marcos y los moldeados se martillan encendido. Una vez en las calles, las figuras mezclan con vida de la ciudad y, en la oscuridad de la noche, los observadores pueden ser perdonados no poder distinguir entre cuál es verdadero y cuál es fantástico.
En la actualidad, las Fallas de Valencia se han convertido en un evento cultural de fama internacional, atractivo para turistas de todo el mundo. La fiesta se celebra durante varios días, culminando en la noche del 19 de marzo, conocida como la «Nit del Foc» (Noche del Fuego), en la que se realizan espectaculares quemas de los monumentos falleros. Este momento simboliza la purificación y la renovación, marcando el final de los festejos y el inicio de un nuevo ciclo.
A pesar de que la fiesta ha evolucionado a lo largo de los años, las Fallas siguen siendo una celebración profundamente arraigada en la cultura valenciana y una oportunidad para que los ciudadanos muestren su creatividad y sentido del humor. Cada año, cientos de comisiones falleras trabajan incansablemente para crear los monumentos más impresionantes y satíricos, mientras que miles de visitantes disfrutan de las actividades y la cultura que rodean esta tradición única.
En la década de 1950, los falleros comenzaron a utilizar materiales más duraderos, como la resina y la fibra de vidrio, para crear las figuras de los fallas. Esto permitió que las figuras fueran aún más grandes y elaboradas. Sin embargo, también se produjo una pérdida en la habilidad artística y manual necesaria para crear las figuras a mano con materiales más simples.
Hoy en día, las Fallas son una de las celebraciones más importantes y populares en España. La ciudad de Valencia se transforma en un espectáculo de color y luz, con las calles llenas de música, desfiles y fuegos artificiales. Las comisiones de falleros trabajan todo el año para recaudar fondos y diseñar sus fallas, y la competencia por el premio al mejor falla es feroz.
El punto culminante de las Fallas es la noche del 19 de marzo, cuando se produce la «cremà» (quema) de los fallas. En un espectáculo impresionante, las figuras gigantes son quemadas en hogueras en toda la ciudad, con fuegos artificiales y música que llenan el aire. Es una tradición emocionante y simbólica que celebra el fin del invierno y el comienzo de la primavera.
En resumen, las Fallas de Valencia son una tradición única y emocionante que celebra la cultura y el patrimonio de la ciudad. A lo largo de los siglos, las fallas han evolucionado y se han transformado, pero siempre han sido una celebración de la comunidad y la creatividad. Hoy en día, las Fallas son una fiesta de la vida, el color y la luz que atrae a visitantes de todo el mundo.