Lo que nadie te cuenta sobre la Última Cena: mitos y curiosidades detrás de la famosa cena de Jesús y sus discípulos

abril 9, 2023
17 mins read

La Última Cena es un evento importante en la religión cristiana, y ha sido objeto de muchas interpretaciones y representaciones a lo largo de la historia. Aunque la imagen más popular es la pintura de Leonardo Da Vinci, hay muchos aspectos sobre la Última Cena que quizás no se conocen.

En primer lugar, es muy probable que la Última Cena fuera un Séder de Pésaj, la celebración judía de la Pascua. De hecho, la Última Cena probablemente consistió en un banquete en el que se comió un cordero sacrificado, al igual que en el Séder de Pésaj. Es probable que Jesús y sus discípulos se hayan sentado en el suelo, en cojines o una alfombra, en lugar de alrededor de una gran mesa como se muestra en los cuadros.

Es interesante notar que la Última Cena se menciona por primera vez en Corintios 1 11:23-26, y no en los Evangelios. Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas cuentan una visión similar de la Última Cena, mientras que el Evangelio de Juan difiere en la fecha en que se celebró.

A pesar de su importancia religiosa, la Última Cena fue una cena relajada en la que los apóstoles discutieron quién era el mejor. Y aunque la Eucaristía o la Sagrada Comunión es una práctica importante en la religión cristiana, se dice que el objetivo de Jesús era presentarse ante Dios y no necesariamente para ser recordado.

La última cena es un evento importante en la tradición cristiana y es recordada por los cristianos en todo el mundo, especialmente en el Jueves Santo. La narración de la última cena se encuentra en los cuatro evangelios canónicos y se cree que fue una cena de Pascua. Durante la cena, Jesús predijo su traición y la negación de Pedro, y también instituyó la eucaristía, tomando pan y diciendo que era su cuerpo. En algunos evangelios, también se describe cómo Jesús lavó los pies de los apóstoles y les dio un nuevo mandamiento de amarse los unos a los otros. En el Evangelio de Juan, también se encuentra el discurso de despedida de Jesús a sus discípulos. La última cena es considerada por algunos académicos como la fuente de las primeras tradiciones eucarísticas cristianas. Aunque el término «última cena» no aparece en el Nuevo Testamento, es comúnmente utilizado por los cristianos para referirse a este evento.

El evento conocido como la última cena es uno de los momentos más importantes en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, y ha sido objeto de estudio y análisis por parte de teólogos, historiadores y estudiosos de la Biblia a lo largo de los siglos.

La fecha exacta de la última cena ha sido objeto de debate y especulación, con diferentes teorías y estimaciones que varían desde el año 30 al 33 d.C. Los historiadores han descartado algunos años basándose en motivos astronómicos, y las posibles fechas más comúnmente aceptadas son el 7 de abril del 30 d.C. y el 3 de abril del 33 d.C.

En cuanto al lugar donde tuvo lugar la última cena, la tradición cristiana sitúa el evento en el Cenáculo, una estancia en el Monte Sión de Jerusalén. Sin embargo, algunos estudiosos han sugerido que podría haber tenido lugar en la casa de una mujer llamada María, madre de Juan, de sobrenombre Marcos, que puso su hogar a disposición de los cristianos.

En cuanto a la teología que subyace en la última cena, los escritos de Tomás de Aquino son una de las principales fuentes de reflexión y análisis. Según Aquino, la última cena y la cruz forman la cumbre de la enseñanza de que el reino fluye de la gracia intrínseca, más que del poder externo. En otras palabras, Jesús enseña a sus seguidores que el verdadero poder y autoridad vienen de la humildad y el sacrificio personal, y no de la exhibición de poderes externos y milagrosos.

Además, en la última cena Jesús hace la promesa de estar presente en el sacramento de la eucaristía y estar con aquellos que toman parte en ella, al igual que estuvo con sus discípulos en la última cena. Los seguidores de Jesús que participan en el sacramento de la eucaristía se convierten en sus amigos, como los reunidos en la mesa de la Última Cena, según la interpretación de Aquino.

En la cena de Pascua que precedió a la última cena, los judíos tomaban un cordero y pan sin levadura. Jesús es llamado por Juan el Bautista «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo», y es llamado por el evangelista Juan «cordero» en el libro del apocalipsis 28 veces. En la última cena, Jesús dice que el pan que comparte con sus discípulos es su carne y el vino su sangre. La presencia de un joven cordero sin defecto durante la última cena es, en cierto sentido, irrelevante, según algunos teólogos, ya que Jesús es el verdadero «cordero de Dios».

La última cena también tiene implicaciones para la teología sacramental y litúrgica del cristianismo. Según algunos estudiosos, Jesús instituyó la eucaristía con la tercera copa de vino en la cena de Pascua, y la cuarta copa que bebió en la cruz con vinagre y esponja representa la culminación de la celebración pascual. La última cena es, por tanto, un momento clave en la historia y

teología cristiana, ya que se considera que es el momento en que Jesús instituyó el sacramento de la Eucaristía, en el que el pan y el vino se convierten en su cuerpo y su sangre.

La Eucaristía es uno de los sacramentos centrales de la Iglesia católica, así como de muchas denominaciones cristianas. A través de la Eucaristía, los fieles reciben la gracia de Dios y se unen en comunión con Cristo y con los demás miembros de la Iglesia.

Además, la última cena también tiene implicaciones litúrgicas, ya que se considera el origen de la celebración de la Misa. La Misa es la principal celebración litúrgica de la Iglesia católica y se celebra en todo el mundo en distintos idiomas y culturas. La Misa sigue un orden específico y consta de dos partes principales: la Liturgia de la Palabra, en la que se proclama y se reflexiona sobre las lecturas bíblicas, y la Liturgia de la Eucaristía, en la que se ofrece el pan y el vino y se realiza la consagración.

En la Liturgia de la Eucaristía, los fieles participan en el sacrificio de Cristo y se unen en comunión con Él. La Misa es una celebración sagrada y solemne, pero también una fuente de alegría y esperanza para los fieles.

En resumen, la última cena es un momento clave en la historia y teología cristiana. En ella, Jesús instituyó el sacramento de la Eucaristía y estableció el origen de la celebración de la Misa, dos elementos fundamentales de la vida y la fe de la Iglesia católica y de muchas denominaciones cristianas. La última cena es, por tanto, una fuente de inspiración y de profundización de la fe para los fieles cristianos de todo el mundo.

En resumen, la Última Cena es un evento de gran importancia histórica y teológica para los cristianos. Aunque hay muchas representaciones y teorías sobre cómo fue y quiénes estuvieron presentes, lo que importa es su significado simbólico y su mensaje de amor y sacrificio por la humanidad.

La Última Cena ha sido representada en diferentes formas de arte, como esculturas, grabados, mosaicos, entre otros. También ha sido recreada en películas, series y obras de teatro, con diferentes interpretaciones y enfoques.

La importancia teológica de la Última Cena La Última Cena es un evento de gran importancia teológica para los cristianos, ya que se considera que en ella Jesús estableció el sacramento de la Eucaristía y el mandamiento de amarse los unos a los otros como él los amó.

Además, se considera que la Última Cena es el preludio a la crucifixión y resurrección de Jesús, que son los eventos más importantes en la fe cristiana. La Última Cena representa el sacrificio de Jesús por la humanidad y su amor incondicional hacia sus seguidores.

  1. La Última Cena ha sido representada en el arte en innumerables ocasiones, y algunas de las obras más famosas incluyen la pintura de Leonardo da Vinci, la Última Cena de Tintoretto, y la obra de Salvador Dalí, La Cena Secreta.
  2. En la Última Cena, Jesús y sus discípulos estaban comiendo el tradicional cordero pascual, pero en lugar de ofrecer un sacrificio animal, Jesús se ofreció a sí mismo como el «Cordero de Dios» que quita el pecado del mundo.
  3. Según la tradición, la Última Cena tuvo lugar en el Cenáculo, una sala en la planta alta de una casa en Jerusalén. Esta habitación es ahora un lugar de peregrinación para los cristianos.
  4. En la Última Cena, Jesús lavó los pies de sus discípulos como un acto de humildad y servicio. Este acto se ha convertido en un símbolo del llamado cristiano a servir a los demás.
  5. El pan y el vino que Jesús ofreció en la Última Cena se han convertido en los elementos centrales de la Eucaristía, el sacramento que se celebra en la iglesia católica y otras denominaciones cristianas.
  6. En la Última Cena, Jesús anunció que uno de sus discípulos lo traicionaría. Judas Iscariote se identificó como el traidor, y este momento se ha representado en muchas obras de arte.
  7. En la Última Cena, Jesús habló de su muerte y resurrección, y dio a sus discípulos la tarea de compartir su mensaje de amor y salvación con el mundo.
  8. La Última Cena ha sido objeto de muchas interpretaciones teológicas y debates a lo largo de los siglos, y sigue siendo un tema de reflexión e inspiración para los cristianos de todo el mundo.

La pintura de Da Vinci

La pintura de Da Vinci no es la única representación de la Última Cena. Artistas como Giotto y Salvador Dalí han creado sus propias interpretaciones de este evento histórico. En resumen, aunque la Última Cena es un evento bien conocido en la religión cristiana, hay muchos detalles interesantes y desconocidos sobre su historia y representación.

Además, la pintura de Da Vinci en realidad no es un buon fresco, sino una técnica diferente llamada secco fresco. Esto permitió al maestro del Renacimiento ser más flexible en su proceso de pintura y aplicar meticulosamente varias técnicas, como el claroscuro y el esfumado.

También hay especulaciones de que la figura sentada a la derecha de Jesús en la pintura de Da Vinci no es un apóstol, sino María Magdalena. Sin embargo, no hay pruebas que respalden esta teoría.

  1. ¿Quiénes en realidad aparecen en La Última Cena? Para sorpresa de nadie, en la obra podemos ver a los 12 apóstoles y a Jesús. Los apóstoles aparecen en el siguiente orden:
  • Bartolomé
  • Santiago el Menor
  • Andrés
  • Judas Iscariote
  • Simón Pedro
  • Juan
  • Tomás
  • Santiago el Mayor
  • Felipe.
  • Mateo
  • Judas Tadeo
  • Simón Zelot
  1. Esta pintada en un muro de un convento y no en un museo. Da Vinci es conocido por sus cuadros colgados en museos muy conocidos y visitados, como la Mona Lisa en el Louvre de París o el falso Da Vinci del museo Louvre de Abu Dabi. Sin embargo, en este caso, no se encuentra en una sala de algún museo importante o en el palacio de algún rey francés, sino que está en los muros del modesto convento de dominicos Santa Maria delle Grazie en la ciudad de Milán.
  2. Es más grande de lo que aparenta. Probablemente hayas visto alguna reproducción tamaño postal de la pintura, o tal vez tengas una vaga idea del tamaño de esta obra, pero es probable que el tamaño real te termine sorprendiendo.

La última cena original mide 5 metros 30 centímetros. Es decir, seguramente no quepa en la sala de tu casa.

  1. No se sabe la fecha exacta en la que se pintó. Pese a conocerse más o menos la época en que fue pintada “La Última Cena”, la verdad es que sigue sin existir un consenso sobre la fecha en la que se hizo.

Muchas fuentes apuntan que fue en algún momento entre 1492 y 1498, sin embargo, investigaciones recientes mencionan que lo más seguro es que la obras se realizó por ahí de 1495 y tardó aproximadamente 3 años en ser completada.

  1. Tardó más tiempo de lo esperado. Ya que hablamos de que tardó aproximadamente tres años en ser terminada, se dice que tardó más de lo esperado en completarse, principalmente por la costumbre de Leonardo de dejar hasta al último momento las cosas (sí, era un procrastinador).

Asimismo, por su gran tamaño, también se cree que buena parte de la pintura original realmente fue hecha por los ayudantes de Da Vinci.

  1. ¿Por qué se pintó? Aunque muchas de las teorías conspirativas dicen que esta obra fue hecha para una sociedad secreta, lo cierto es que no es más que una pintura hecha por encargo, algo bastante habitual en aquella época.

La pintura fue un encargo del duque de Milán, Ludovico Sforza, durante la última década del siglo XV. Durante esta época, Ludovico había mandado a diferentes artistas a monasterios e iglesias antiguas de la ciudad para darles una nueva vida, entre los encargados estuvo Da Vinci.

  1. Es demasiado difícil verla en persona. Es probable que si buscas en alguna guía de viajes de Italia sobre los “lugares imperdibles”, te aparezca alguna referencia sobre el monasterio en que se encuentra la última cena. El asunto es que no es tan sencillo conseguir una entrada para ver esta obra en persona.En el sitio web tripsavvy, se menciona que la lista de espera para comprar una entrada para poder visitar “La última cena” es de aproximadamente dos meses. Como era de esperar con la situación actual que vivimos en el mundo, estos tiempos pueden ser incluso mayores.La razón principal por la cual es tan difícil conseguir una entrada es la gran fragilidad de la obra. Así que solo se permite el acceso a pequeños grupos de personas por vez.Además, una vez que logras conseguir la entrada y llegas al lugar, solo tienes permitido ver la obra por un máximo de 15 minutos para evitar aglomeraciones. Es una experiencia única que requiere mucha planificación y paciencia.
  2. El ambiente es más bien “mundano” que divino A diferencia de otras pinturas religiosas de la época que se centraban en la divinidad de los personajes, la Última Cena de Da Vinci se centra en un ambiente más terrenal y realista.
  3. Los apóstoles no parecen figuras santas, sino más bien hombres comunes, cada uno con sus propias reacciones y personalidades, lo que hace que la escena sea más cercana a la vida cotidiana y a la humanidad en general.
  4. 22 El tamaño de la pintura es impresionante Con una altura de 4,6 metros y un ancho de 8,8 metros, La Última Cena es una de las pinturas más grandes del mundo. De hecho, su tamaño fue un reto para Da Vinci, quien tuvo que idear una técnica especial para poder plasmar toda la escena en una sola pared.
  5. 23 Ha inspirado obras de arte y literatura A lo largo de los siglos, La Última Cena ha inspirado a numerosos artistas y escritores, quienes han creado obras que giran en torno a esta icónica escena.
  6. Por ejemplo, el escritor Dan Brown utiliza La Última Cena como un elemento central en su novela «El Código Da Vinci», donde se plantean teorías sobre la verdadera identidad de los personajes y el significado de los elementos que aparecen en la pintura.
  7. 24 Es una obra en constante evolución A pesar de que la obra de Da Vinci está prácticamente completa, La Última Cena sigue siendo objeto de estudio y análisis. Los expertos siguen descubriendo detalles y matices en la pintura, lo que hace que su interpretación sea siempre en evolución.
  8. Además, la pintura ha sido restaurada en varias ocasiones a lo largo de la historia, lo que ha permitido descubrir detalles que se habían perdido con el paso del tiempo.
  9. 25 Es un tesoro cultural e histórico La Última Cena de Leonardo da Vinci es considerada una de las obras maestras del Renacimiento italiano y una de las piezas más importantes de la cultura occidental. Es una pintura que ha sobrevivido al paso del tiempo y ha sido testigo de la historia de la humanidad.
  10. Hoy en día, la pintura es propiedad del gobierno italiano y se encuentra en el convento de Santa Maria delle Grazie en Milán, donde se ha convertido en un importante destino turístico para visitantes de todo el mundo.
  11. No puedes mirarla más de 15 minutos: Aunque no hay nada místico o físico que impida a alguien mirar la pintura por más tiempo, lo cierto es que la razón por la que solo se permite un máximo de 15 minutos para verla es por el estado actual en el que se encuentra. Debido a que es una obra muy valiosa y antigua, y a que ha sufrido muchos daños con el paso del tiempo, se ha decidido limitar el tiempo de exposición para evitar aglomeraciones que puedan dañarla aún más. Además, conseguir una entrada para verla no es tarea fácil, ya que es una de las atracciones más populares de Milán.
  12. Juan es… ¿María Magdalena?: En la pintura, se puede ver a un personaje de cabello largo a la derecha de Jesús, que se cree que es Juan. Sin embargo, hay muchas teorías que sugieren que en realidad podría tratarse de María Magdalena. Estas teorías se basan en el hecho de que el personaje lleva un collar o colgante, que podría hacer referencia a una mujer, y en la posición que ocupa en la pintura, que algunos interpretan como un simbolismo de la feminidad. Aunque no hay muchas evidencias que sustenten estas teorías, muchos las siguen tomando muy en serio.
  13. A diferencia de otras versiones, en esta Jesús no tiene la aureola: Durante siglos, era habitual que las figuras religiosas tuvieran un halo o aureola alrededor de la cabeza, especialmente cuando se trataba de una representación de Jesús. Sin embargo, en esta versión de La Última Cena, Da Vinci decidió no incluir la aureola en la cabeza de Jesús. Hay varias teorías sobre por qué tomó esta decisión, pero una de las más comunes es que quería plasmar un realismo que se perdería si incluía la aureola.
  14. Desde lo técnico, no es una obra convencional: En el Renacimiento, era común que las pinturas murales fueran frescos, es decir, que se hicieran mientras el yeso estaba húmedo. Sin embargo, en el caso de La Última Cena, Da Vinci utilizó una técnica diferente. Se saltó los cánones de la época para crear la pintura con otras técnicas menos ortodoxas e inventó su propia técnica exclusivamente para este trabajo.
  15. Tiene una gran cantidad de elementos en perspectiva: Uno de los aspectos técnicos más importantes de la pintura es el excelente manejo de la perspectiva. Para lograr ese nivel de perfección, Da Vinci utilizó distintos elementos de apoyo, como el uso de clavos e hilos. En su tiempo, era algo totalmente innovador y hoy en día se puede ver con fotos en infrarrojo las líneas de guía que utilizó.
  16. Hay dos copias originales: Como era habitual en la época, los artistas solían hacer varias copias de sus obras. En el caso de La Última Cena, hay dos copias exactas de la pintura, no solo en composición sino también en tamaño. Una se encuentra en la Royal Academy of Arts de Londres y la otra en la Iglesia de San Ambrosio en la zona de Ponte Capriasca, Suiza. Ambas obras se les atribuyen a discípulos de Leonardo, de ahí su gran parecido. Es interesante mencionar que ambas copias han sufrido daños a lo largo de los años, y han tenido que ser restauradas varias veces. La copia de la Royal Academy of Arts de Londres fue dañada en un incendio en 1986 y restaurada posteriormente, mientras que la copia de la iglesia de San Ambrosio ha sido objeto de varios trabajos de restauración desde que se descubrió en el siglo XIX. A pesar de estos daños, ambas copias siguen siendo consideradas como importantes obras de arte y siguen siendo admiradas por su belleza y calidad artística.
  17. Nadie sabe lo que simboliza la comida: La mayoría de las pinturas religiosas suelen tener elementos centrales como los pescados y el pan que tienen un significado importante en la biblia. Pero en el caso de La Última Cena, hay muchas más cosas que no tienen un significado claro, como la sal derramada delante de Judas. Hay muchas teorías al respecto, pero ninguna es totalmente concluyente.
  18. Hay un pretzel: Aunque es un bocadillo común y popular hoy en día, el pretzel en realidad tiene un significado especial. Durante siglos, se ha utilizado como símbolo de la Santísima Trinidad y de la vida eterna, así como un alimento ideal para la Cuaresma ya que está hecho de agua, harina y sal. Por lo tanto, no es de extrañar que aparezca representado en La Última Cena.el pretzel en la pintura es un elemento simbólico que hace referencia a la religiosidad y a la fe cristiana, ya que su forma entrelazada se asocia con la Santísima Trinidad. Además, su composición de agua, harina y sal también tiene una conexión con la religión, ya que se consideraba un alimento adecuado para la Cuaresma. En resumen, la inclusión del pretzel en la pintura puede ser interpretada como un simbolismo religioso que refuerza el tema central de la obra.
  19. El Judas de la pintura, probablemente sí fue un criminal real: Según diversas fuentes y teorías, todos los personajes y apóstoles que aparecen en la pintura están basados en personas reales. Se dice que Da Vinci utilizó como inspiración a personas encarceladas para lograr el aspecto «mordaz» o de repulsión que se ve en Judas. Aunque no está totalmente confirmado, no hay duda de que el aspecto de los apóstoles es impactante y muy realista.
  20. El número 3 aparece en todas partes: El número 3 se representa de muchas maneras en La Última Cena, ya que es una forma de ver a la Santísima Trinidad, un concepto bíblico que llamaba mucho la atención a Da Vinci. Por ejemplo, los apóstoles están presentes en grupos de 3, hay 3 ventanas detrás de ellos y Jesús está posicionado como un triángulo en la pintura.
  21. Es la obra más conocida e influyente de Leonardo: Aunque muchos imaginan que La Gioconda o Mona Lisa es la pintura más emblemática de Leonardo da Vinci, en realidad La Última Cena ha sido copiada y reproducida durante siglos, lo que la hace más influyente que cualquier otra obra de su autor.
  22. Probablemente la fisionomía habitual que tenemos de Jesús venga de esta obra: La Última Cena fue una pintura extremadamente conocida y famosa en su momento, y sirvió de inspiración para cientos de artistas de la época. Por ello, muchos creen que se creó un efecto de «bola de nieve» sobre cómo era realmente Jesús, y que su imagen clásica de un hombre caucásico, de barba y pelo castaño largo, proviene en parte de esta pintura.
  23. No está completamente hecha por Da Vinci: Aunque es una de sus obras más emblemáticas, La Última Cena no fue hecha totalmente por él. A lo largo de la historia, se le han hecho muchos cambios y mantenimientos para mantenerla en el estado actual, y solo una pequeña parte de la pintura que tenemos hoy tiene los trazos de Leonardo. Además, durante la Segunda Guerra Mundial, la obra quedó casi destruida durante un bombardeo, lo que requirió una restauración mayor en la década de 1980 para poder rescatarla.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Previous Story

Receta del pretzel

Next Story

¿Qué se cree que Jesús comió en la Última Cena?

Latest from Blog