El líder de ERC planta cara al Gobierno y asegura que no negociará los Presupuestos Generales del Estado mientras no se cumplan los compromisos firmados. Cataluña quiere su financiación singular y Oriol quiere que se la sirvan con pan con tomate y sin mentiras.
El Gobierno quiere Presupuestos. ERC quiere respeto. Y España… quiere milagros.
Madrid, otoño del 2025.
Los Presupuestos Generales del Estado llevan más tiempo en prórroga que una serie de Netflix mal escrita, y mientras en el Congreso se reparten los cafés con más azúcar que realismo, Oriol Junqueras se presenta en El Programa de Ana Rosa con cara de decir “hasta aquí hemos llegado”.
Desde su trono independentista, pero con jersey de profesor y tono de mosén, Junqueras ha decidido convertirse en el padre severo del Gobierno: nada de apoyar las cuentas si no se cumplen los pactos anteriores.
Lo ha dicho claro, para que se entienda incluso en el AVE Madrid-Barcelona:
“No vamos a apoyar nuevos presupuestos mientras no se cumplan los compromisos ya firmados. Es de primero de política… y de sentido común.”
¿Financiación singular? No, no es una paella gourmet
ERC insiste, y con razón (o con cabezonería, según se mire), en que Cataluña necesita una “financiación singular”.
Porque claro, el modelo actual lleva más años caducado que los chistes de Chiquito.
Once años, concretamente, con un sistema que se diseñó cuando aún se usaban Blackberrys y Pedro Sánchez era solo «el guapo del PSOE».
Junqueras lo ha explicado así, con tono de indignación pedagógica:
“No es un capricho. Es de lo que dependen las escuelas, los hospitales, el transporte público… y la calma en nuestras almas catalanas.”
O sea, que sin financiación no hay tren, no hay médico y no hay pa amb tomàquet en paz.
«No somos tontos, no vamos a pactar con quienes incumplen»
El exvicepresident, líder de ERC y hombre que siempre parece estar a punto de corregirte los deberes, lo dejó más claro que el agua del río Ebro (cuando lleva caudal):
“No tiene sentido firmar nuevos acuerdos con quienes incumplen los anteriores. Esto no es Tinder, señorías.”
Porque claro, el Gobierno de coalición se ha vuelto experto en pactar el futuro mientras ignora el pasado, algo así como un estudiante que promete estudiar más el trimestre que viene sin haber aprobado el actual.
Presupuestos: el Día de la Marmota versión Congreso
España lleva sin Presupuestos nuevos desde 2022, lo cual es un récord digno del Libro Guinness… pero de la improvisación.
Los Presupuestos prorrogados ya han empezado a pedir vacaciones por antigüedad, y si se prorrogan una vez más, directamente habrá que ponerles una pensión contributiva.
¿La causa? Fácil:
🟢 PSOE quiere gobernar.
🟡 Sumar quiere figurar.
🔴 ERC quiere cobrar lo firmado.
🟤 Junts quiere… bueno, Junts quiere a Puigdemont en silla giratoria en Bruselas.
🔵 El PP quiere elecciones.
🟣 Podemos quiere volver al WhatsApp del grupo.
Y así, entre deseos, egos y cafés con leche, los Presupuestos siguen sin aprobarse.
Junqueras y Puigdemont: la pareja que no se habla… pero se quiere un poco
En la entrevista también hubo hueco para el drama catalán más famoso después de Rosalía:
la relación entre Junqueras y Puigdemont.
El líder de ERC confesó:
“Con Puigdemont siempre consigo hablar menos de lo que me gustaría.”
Traducción del catalán político al castellano normal:
“Cuando me llama, cuelgo. Pero si me escribe, le dejo en visto.”
Junqueras quiere diálogo. Puigdemont quiere república. Y mientras tanto, el café se enfría.
¿Y qué dice el Gobierno? Pues… eeeeh…
Desde Moncloa prefieren no tensar más la cuerda, pero en privado se oyen frases como:
💬 “¿Otra vez con la financiación singular?”
💬 “¿No podemos hablar mejor de la Ley de Bienestar Animal?”
💬 “¿Y si les damos un PowerPoint con buenas intenciones y aplazamos esto hasta 2026?”
Porque Pedro Sánchez, el funambulista más hábil del hemisferio occidental, sabe que sin ERC no hay Presupuestos, y sin Presupuestos no hay legislatura… y sin legislatura solo queda ir a por el currículum y volver a dar clases de Economía.
¿La pregunta del millón? ¿Cederá el Gobierno o cederá Junqueras?
Spoiler: cederán los dos, pero después de dos meses de postureo, teatrillo, acusaciones cruzadas y reuniones a puerta cerrada con más cafés que propuestas concretas.
Mientras tanto, los ciudadanos españoles seguiremos usando unos Presupuestos de hace tres años para pagar una cesta de la compra de hace cinco minutos.
Y ahora, una reflexión con retranca:
📢 ¿Qué pasaría si los Presupuestos se votaran por Bizum y los compromisos se sellaran con captcha y doble verificación por SMS?
O mejor aún:
¿Qué pasaría si, como en el parchís, ERC dijera “si no cumples, no sales”?
¿Tú qué opinas, querido lector?
¿Tiene razón Junqueras o está montando el drama fiscal catalán de cada año?
🧀 ¿Nos merecemos unos Presupuestos nuevos?
📅 ¿O preferimos seguir como estamos, a lo vintage?
¡Te leo en los comentarios, mientras intento aprobar unas cuentas en casa sin apoyo de nadie, ni siquiera del gato!
