Periódico que comienza a publicarse el martes, 11 de diciembre de 1810, y que se presenta como defensor de la libertad de expresión para “alzar la voz contra la tiranía”, “desterrar la injusticia de los privilegios arbitrarios” y “ante la indolente estupidez de un Príncipe insensible y déspota” y “de un favorito avaro y altanero”, por lo que su ideario político es antiabsolutista, además de patriótico, en una Valencia que no llegaría a ser ocupada por el ejército francés hasta enero de 1812. Aunque su intención era salir tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes), lo hará solo lunes y jueves, en entregas de ocho páginas, compuestas a una columna y en 4º. Secuenciado y datado, su foliación será continuada, y suma un total de 63 números y 544 páginas, cuando el 5 de agosto de 1811 anuncie su suspensión, debido quizá a algún enfrentamiento con la Junta de Censura local.
Se trata de una publicación prácticamente desconocida, de la que no dio noticia ni Tramoyeres Blasco (1880), ni Gómez Ímaz (1910 y 2008), ni Luis del Arco (1914) y de la que Gil Novales (2009) da cuenta solo de una decena de números, incluido el número 31, de 28 de marzo de 1811 (el único que forma parte de la Hemeroteca Digital de la BNE), pero su colección completa (con algún suplemento) está depositada en la Universidad de Valencia y puede consultarse microfilmada en la BNE.
Es una publicación con la estructura formal de los periódicos de la época, con artículos, noticias, disposiciones normativas de las juntas, de Fernando VII o de los mandos militares españoles, extractos de las sesiones de las Cortes gaditanas, correspondencia y, al final, algún anuncio de bibliografía. Sus contenidos versan sobre los acontecimientos de la guerra napoleónica, tanto en la península ibérica como en el resto de Europa. Tiene, entre otras, las secciones de Noticias extranjeras, Noticias nacionales, Política y Variedades, pero esta última es una especie de editorial. Publica extractos de otros periódicos españoles y europeos, tanto de noticias como de artículos de fondo o doctrinales. Sus textos prácticamente no van firmados, aunque uno de los que envían artículos de carácter sarcástico para su publicación utiliza el seudónimo El Loco; reproduce el titulado Advertencias políticas y militares de un buen patriota, que B.R. Godinez había publicado previamente en el Diario mercantil de Cádiz, y ofrece una Lista de caballeros anti-españoles del Rey intruso.
Salió de la imprenta de José Estévan, que la tenía “enfrente del horno de los Salicofres”, y uno de los artículos que apareció en su número de 21 de diciembre de 1810, fue estampado también en folleto y mandado recoger este por contener “doctrinas heréticas, impías, sediciosas, perjudiciales a la Religión y al Estado”, y cuya autoría se ha atribuido al religioso, después secularizado, Servando Teresa Mier (Juan Antonio Alejandre García, 2004).