Si pensabas que los despistes se limitaban a no recordar dónde dejaste las llaves, prepárate para este nivel superior. Resulta que varios diputados del PP y Vox firmaron, con mucho «detenimiento», una reforma que acaba beneficiando a los presos de ETA. Ahora, con las manos en la masa (o mejor dicho, en el papel), están intentando explicar cómo se les pasó por alto este pequeño detalle. ¡Spoiler! La excusa «nadie nos avisó» ya no cuela.
En una escena digna de un episodio de «Políticos en apuros», los diputados del PP y Vox se han metido en un lío monumental al aprobar, sin darse cuenta, una reforma que rebaja las penas de 44 presos de ETA. ¿El chiste? Firmaron el acta asegurando que habían revisado la ley «con todo detenimiento». ¿Y qué pasó? Pues parece que el «detenimiento» fue tan grande que el detalle de los etarras se les escapó.
¿Cómo ocurrió esto? Firmas y distracciones
Todo comenzó con una reforma sobre el intercambio de información de antecedentes penales en la Unión Europea, algo que, de primeras, suena tan inofensivo como un catálogo de IKEA. Los diputados del PP y Vox pensaron que era otro trámite rutinario de esos que uno firma con cara seria y sin darle muchas vueltas. De hecho, los tres diputados del PP que firmaron —José Manuel Velasco, Rafael Benigno Belmonte y María Jesús Moro—, más los dos de Vox —Emilio Jesús del Valle y Pedro Fernández—, aseguraron que habían estudiado el texto y las enmiendas presentadas «con detenimiento». Pero parece que ese «detenimiento» se lo tomaron demasiado a pecho, porque el pequeño detalle de los presos de ETA se les pasó de largo.
PP y Vox: «Nos la colaron, no nos avisaron»
Cuando el escándalo estalló y la noticia llegó a la prensa, los diputados de ambos partidos se llevaron las manos a la cabeza. Según Vox, el Gobierno les engañó al introducir «de tapadillo» una disposición que beneficia a los etarras. Vamos, que estaban tan ocupados vigilando otra cosa que no se dieron cuenta de que se les colaba este «pequeño» detalle. Ya sabes, como cuando estás mirando una serie y te pierdes la escena clave porque estabas buscando el mando.
Por su parte, Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, admitió que fue un «error» y que «nadie lo vio». ¿Cómo que nadie? Ni los letrados, ni los asesores, ni los compañeros del escaño de al lado. Nadie se percató de que estaban firmando una bomba política que ahora está estallando en sus manos. Y claro, cuando el error es de semejante calibre, lo único que queda es tirar de excusas… o de culpar al Gobierno, como es costumbre.
Feijóo: «Injustificable, pero nos pasó»
En un acto de sinceridad brutal (o simplemente porque ya no quedaba otra), el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, salió a pedir disculpas públicamente desde Guadalajara. Calificó lo ocurrido de «error injustificable» y ofreció sus disculpas a la presidenta de la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo). Y claro, mientras el PP intenta sacarse de encima este desastre, la prensa y la opinión pública no dejan de preguntarse: ¿cómo se les escapó algo así?
Cuando el papel pesa más que las explicaciones
Lo que más duele, para los implicados, es que no hay escapatoria: las firmas de los diputados de PP y Vox están en el acta de la Comisión de Justicia del Congreso, confirmando que lo leyeron y lo revisaron «con detenimiento». Claro, con ese detalle estampado en papel, las explicaciones posteriores suenan más a patinazo que a justificación. El típico «¡pero si no lo vi!» ya no vale cuando tu nombre aparece junto a la frase «revisado a fondo».
El juego de la culpa: todos contra Sánchez
Con el agua al cuello, los partidos han decidido buscar culpables. Y, sorpresa, el blanco de todos los dardos es Pedro Sánchez. Según Miguel Tellado, hay un «abismo moral» entre un error parlamentario y la «voluntad deliberada» del Gobierno de liberar etarras. Vamos, que el PP y Vox admiten el error, pero no quieren cargar con toda la culpa. Así que han decidido poner el foco en el Ejecutivo, acusándolo de aprovechar el despiste para pasar de largo una ley que beneficia a los terroristas.
¿Cómo se arregla este lío?
Ahora, los partidos buscan desesperadamente frenar la ley antes de que cause más daño. Y aunque ya han admitido que cometieron un error, están tratando de encontrar la manera de solucionarlo lo antes posible. De momento, no se sabe si habrá alguna consecuencia interna para los diputados que participaron en la firma, pero lo que está claro es que las cosas no pintan bien para los que firmaron sin mirar.
Reflexión final: Ojo con lo que firmas
Si esta historia nos deja algo claro es que hay que leer las cosas con detenimiento, pero de verdad. Porque lo que parecía un trámite sin importancia ha terminado convirtiéndose en uno de los errores más sonados del Congreso. Y mientras los diputados intentan dar explicaciones, los etarras se preparan para una excarcelación que ni ellos veían venir.
Y tú, querido lector, ¿has firmado alguna vez algo sin leerlo bien? ¿Crees que lo que pasó en el Congreso es solo un despiste o un problema mayor? ¡Déjanos tu comentario y asegúrate de revisar bien el texto antes de firmar!