Por mis cojones, noticias con humor
¿Qué tienen en común los príncipes y reyes más ricos del mundo? Aparte de sus títulos y joyas relucientes, un caudal de dinero que haría llorar a los mismísimos contadores de Fort Knox. Aquí te desvelamos quiénes tienen las carteras más pesadas y de dónde sacan esas fortunas dignas de fábulas.
Imagínate que estás en una fiesta. Tú, con tu camiseta de Mercadona, rodeado de reyes, príncipes y duques que podrían comprarse la empresa entera solo con el dinero que llevan en el bolsillo. No es que te sientas fuera de lugar, es que hasta el aire que respiran tiene olor a billetes. Si alguna vez te has preguntado quiénes son estos «royals» que se echan a dormir sobre montañas de dinero, has llegado al lugar correcto.
Harry, el rebelde millonario con derecho a marquesina
Empezamos con un hombre que dejó el castillo, se quitó la corona y dijo: «A ver qué pasa». El príncipe Harry, que desde el ‘Megxit’ ha amasado una fortuna de unos 60 millones de dólares, no parece estar sufriendo por haberse salido del lío real. Mientras que tú sufres para salir del atasco en la A-3 cada mañana, Harry se dedica a firmar contratos multimillonarios con Netflix y Spotify, contando su vida, que, admitámoslo, es un poquito más interesante que la de cualquiera de nosotros.
Carlos XVI Gustavo de Suecia: No solo larga vida, también larga billetera
Con 70 millones de dólares en su haber, el rey de Suecia tiene el mérito de no solo ser uno de los monarcas más longevos de Europa, sino también uno de los que tiene el talento para mantener el dinero quietecito. Parece que el truco para un reinado largo no es solo aguantar las reuniones interminables y las cenas de Estado, sino también saber en qué invertir. Lo más curioso es que, con toda su fortuna, sigue siendo más difícil encontrar una tienda Ikea que haya puesto su nombre a algún mueble en su honor.
Princesa Carolina de Hannover: Herencias, divorcios y joyas que no se despegan
Mientras algunos necesitan trabajar hasta la jubilación para amasar una pequeña fortuna, Carolina de Hannover tiene 100 millones de dólares prácticamente por inercia. Gracias a su herencia de la Casa Grimaldi y un matrimonio con Ernesto de Hannover que no termina de disolverse, ha conseguido que su cuenta corriente no deje de crecer. Y todo esto sin tener que poner un pie en ninguna oficina.
Rey Mswati III de Eswatini: No hay acuerdo en su fortuna, pero sí en su extravagancia
Si hay algo en lo que los medios coinciden, es que Mswati III es fanático del lujo. La única monarquía absoluta de África cuenta con un rey que adora los coches caros y las fiestas opulentas. La cifra de su fortuna baila entre los 50 y los 200 millones de dólares, pero lo que es seguro es que Mswati tiene más ganas de vivir la vida al estilo «Escándalos de Hollywood» que de llevar una vida monárquica discreta.
El sultán de Brunei: Más petróleo que gasolina en su cartera
Por si te lo estabas preguntando, no todo es herencia en este mundo de las realezas. Hay algunos, como el sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, que han sabido aprovechar los recursos naturales (en su caso, el petróleo) para llegar a la friolera de 30.000 millones de dólares. Con ese dinero, no es que Bolkiah pueda llenar el tanque de su coche; más bien, podría comprarse todas las gasolineras de Europa y seguirle sobrando para unas cuantas joyas más.
El rey tailandés, Maha Vajiralongkorn: El campeón de los campeones en dinero
Con un patrimonio estimado en 45.000 millones de dólares, el rey de Tailandia ha sido coronado (otra vez, pero esta vez por la pasta) como el ‘royal’ más rico del planeta. Es como si ganara todas las loterías del mundo… todos los días. Y mientras tú te preocupas por pagar la hipoteca, él compra hoteles de lujo con el cambio que le sobra después de comprarse un rascacielos.
Guillermo, el príncipe con más ceros que un examen de álgebra mal hecho
Uno pensaría que heredar un ducado es cosa de cuento de hadas, pero Guillermo, Príncipe de Gales, ha demostrado que es más de lo que parece. Desde que heredó el Ducado de Cornualles, su fortuna ha alcanzado la modesta suma de mil millones de dólares. Se ve que manejar tierras, propiedades y castillos tiene sus recompensas. Y si te da envidia, no te preocupes, él tampoco va a pagar impuestos por ello.
Rey Mohamed VI de Marruecos: Lujos en París mientras el pueblo… bueno, lo que sea
Con unos 6.000 millones de dólares (o quizá más), el rey Mohamed VI vive una vida cómoda lejos de los problemas de su país, en un lujoso palacete en París. Mientras tanto, muchos en Marruecos luchan por llegar a fin de mes. Pero oye, ¿qué es la vida sin un toque de ironía, verdad? Entre inversiones y negocios, el rey parece haber encontrado la fórmula para hacer crecer su fortuna, incluso desde lejos.
Juan Carlos I: El emérito que no sabe si quedarse con las amantes o con los millones
El rey emérito de España, con una fortuna que oscila entre los 2.000 y los 2.300 millones de dólares, ha demostrado que las aventuras románticas no son lo único que le va bien. A pesar de estar retirado y viviendo lejos, parece que todavía puede permitirse caprichos que la mayoría de nosotros solo podemos soñar (y algunos que ni en sueños se nos ocurrirían).
El emir de Catar: Donde el petróleo se convierte en oro
Con 2.400 millones de dólares a su nombre, el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, no tiene que preocuparse por el precio del barril de petróleo. ¿Sube o baja? A él le da igual. Su riqueza sigue creciendo, y si algún día te encuentras en su país, puede que hasta te invite a un café… o a un pozo petrolero, nunca se sabe.
¿Quién te ha sorprendido más en esta lista? ¿Te imaginabas que ser príncipe o rey podía ser tan lucrativo? Quizás después de leer esto, te animes a buscar en tu árbol genealógico, por si acaso te encuentras algún antepasado de sangre azul… ¡nunca se sabe!