El desayuno valenciano o esmorzar valencià es una comida que se realiza a media mañana, entre las 9 h. y las 12 h. en el territorio valenciano; se trata de una tradición muy arraigada de la gastronomía valenciana con una vertiente cultural de hacer convoy y fiesta. Y es que los agricultores o pescadores (más tarde, los proletarios) se juntaban para coger fuerzas, arreglar el mundo y compartir una buena comida.
El ritual del desayuno valenciano representa la esencia de la dieta mediterránea, con productos vegetales de la huerta valenciana donde se pueden encontrar ingredientes autóctonos con preparaciones populares y tradicionales, y con la recuperación de antiguas técnicas y recetas. Desayuno con medio bocadillo
Vino con limonada, cacaos del collaret y aceitunas chafadas. También puede acompañarse de una ensalada con tomates y cebollas de la huerta o de unos tramussos . La combinación entre cacaos y tramussos, en algunos lugares, se conoce como traca. Por otro lado, también es posible que, durante el inicio del ritual se sirviesen caracoles, figatells, platos con all i pebre o salazones como las sardinas.
Los bocadillos. Importante la calidad del pan que, cómo no, debe ser de horno y nunca industrial. Lo más tradicional es ir a la barra, que hace la función de altar celestial, y seleccionar qué verduras, embutidos o pescados quieres combinar, todas las mezclas están bien vistas, Es frecuente que los bocadillos lleven patatas, carne de caballo o figatells. lomo , ternera allioli, ajos tiernos o el de calamares. Cada local cuenta con sus especialidades propias y su bocadillo de la casa.
El esmorzar valencià es una comida abundantes a un módico precio, con diversidad de bocadillos bien rellenos de mezcla, son típicos los bocadillos chivato, brascada, blanco y negro, trucha de habas o de cresta, con carne, queso, embutido, verduras fritas, Almussafes, etc. todo acompañado de aceitunas, cacaos del collar, envinagrados, pimientos, cebollas en salmuera y altramez, y para beber, vino, cerveza, limonada, y para el café suele pedirse: cortado, café tocado de anís o el más común de los cafés valencianos: el carajillo quemado, repentino o cremaet.
También es muy común entre los ciclistas valencianos, en las salidas de fin de semana, hacer una parada y desayunar. En algunos bares, tienen también el llamado desayuno ciclista, a base de trucha de jamón y queso, ensalada, bebida y café, ya sea emplatado o en bocadillo, todo elaborado con productos de toda la vida.
Por qué la fecha del 16 de marzo
A la hora de explicar por qué ha escogido la fecha del 16 de marzo para realizar este homenaje al almuerzo, se ha recordado que precisamente esa mañana los falleros han de reponer fuerzas después de haber participado en La Plantà. También lo hacen los amantes de esta fiesta que recorren la ciudad de una punta a la otra para ir descubriendo el arte, la belleza y el ingenio con los que los monumentos falleros llenan cada calle.
Espontáneamente, ya se produce un batir de mandíbula al unísono por miles y miles de valencianos hermanados (quizá sin ser conscientes de ello) en el disfrute de la abundancia y la calidad de l’esmorzar, una tradición culinaria horizontal y democrática, al alcance de todos los bolsillos y que reúne a la mesa a diferentes generaciones. Así que no hay mejor fecha para rendirle homenaje y pedir oficializarlo.
