Tres empresas del sector petrolífero han quedado fuera del juego por no cumplir con las reglas de los biocombustibles. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico les ha dado una patada energética a Everton Magnific, Gaslow Abastecimientos y Martankship por no sumar lo suficiente de su ‘porción verde’ a los combustibles. ¡Y no estamos hablando de una ensalada!
La cosa es seria: estas tres empresas no cumplieron con su obligación de añadir una parte de biocombustibles al producto final que venden, lo que se traduce en que se saltaban las normas ecológicas más rápido de lo que repostaban sus clientes. ¡Y claro, eso no podía quedar impune! Así que el Gobierno las ha inhabilitado para que no puedan seguir ejerciendo como operadores mayoristas de combustibles, después de haber acumulado una deuda que haría sudar a cualquier magnate del petróleo.
¿Cuánto les costó no cumplir? ¡172 millones de euros!
No es que se les olvidara el aceite vegetal en el supermercado, es que suman entre las tres una deuda al fondo de pagos compensatorios de más de 172 millones de euros. Eso es como si hubieran dejado la gasolina en la cocina y olvidado el plato principal de la sostenibilidad. La palma se la lleva Martankship, que acumula una deuda de 135,4 millones de euros, mientras que Everton Magnific y Gaslow Abastecimientos se reparten el resto con deudas de 27,1 millones y 10,06 millones respectivamente.
¡Sin certificado de biocombustibles, sin chollo!
Estas empresas, según el Boletín Oficial del Estado (BOE), no presentaron la documentación necesaria para demostrar que estaban cumpliendo con su parte del trato verde. Vamos, que no han conseguido ni un triste certificado de biocarburantes correspondiente a 2023, lo que se traduce en un incumplimiento total de sus obligaciones. ¡El resultado? El Gobierno las ha tachado de la lista de operadores petrolíferos con el mismo entusiasmo con el que borras un correo spam.
¿Y ahora qué?
Las empresas aún tienen una última oportunidad de intentar cambiar su suerte, ya que pueden recurrir esta decisión en los tribunales. Si deciden hacerlo, tendrán que enfrentarse a la Audiencia Nacional o al propio ministerio, como quien le pide a su jefe que le suba el sueldo después de haber olvidado los informes todo el año.
Reflexión final: Biocombustibles, o lo tomas o lo dejas
Así que, mientras estas tres empresas se lamen las heridas y revisan sus finanzas, el Gobierno sigue adelante con su política verde. Porque, al fin y al cabo, no se puede ir por ahí quemando combustible fósil sin al menos hacer un esfuerzo por ser un poquito más ecológico, ¿verdad?
Y tú, querido lector, ¿qué opinas de la inhabilitación de estas empresas? ¿Crees que las normas de biocombustibles son demasiado estrictas o piensas que hay que ponerle freno a los que no cumplen? ¡Cuéntanos tu opinión, pero sin dejarte llevar por los humos!