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Yolanda Díaz, la ministra que no para de sonar por sus reformas laborales, la jornada de 37,5 horas y la subida del salario mínimo, también es una de las caras más visibles del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero más allá de su actividad frenética, la pregunta que muchos se hacen es: ¿cuánto cobra? Spoiler: no lo suficiente para comprarse una piscina con cubierta climatizada cada mes, pero sí para invitar a unas cuantas rondas.

84.600 euros al año: el sueldo de la vicepresidenta que trabaja sin descanso

Yolanda Díaz, la «dama roja» que llegó al poder de la mano de Podemos y ahora lidera Sumar, se embolsa unos jugosos 84.600,72 euros brutos al año. Haciendo cuentas rápidas, eso significa que su sueldo mensual ronda los 7.050,06 euros brutos. Vamos, que por cada reforma laboral que impulsa, le cae una cantidad que más de uno firmaría con los ojos cerrados. Y todo gracias a su papel de vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, un combo de cargos que le permite tener un poquito más de sueldo que el resto de ministros, que se quedan «solo» con 79.415,16 euros al año. ¿Quién dijo que el trabajo no se paga bien?

Por supuesto, esto es el bruto. A Yolanda también le toca enfrentarse a Hacienda, como a todos, y tras la retención, su sueldo queda más ajustado. Al final, incluso los ministros tienen que pelear con las facturas de la luz y, quién sabe, con las famosas «comisiones» bancarias que todos amamos odiar.

La «pensión dorada» que no existe

Cuando escuchamos hablar de sueldos de políticos, lo primero que salta a la mente es: ¿pensión vitalicia? Pues en este caso, nada de eso. Yolanda no tendrá una pensión vitalicia como los presidentes del Gobierno, quienes pueden retirarse a sus casas con un sueldazo aprobado por Felipe González allá por 1992. No, la ministra tendrá que conformarse con un “paro” de lujo durante dos años una vez abandone su cargo. Y ojo, que no es cualquier paro, estamos hablando de 5.640,04 euros al mes, el 80% de su sueldo actual. Nada mal, ¿verdad?

Eso sí, durante esos dos años, no podrá trabajar en otra actividad pública o privada sin antes pedir permiso a la Oficina de Conflictos de Intereses. Porque claro, no se trata de irse al sector privado a doblar el sueldo sin que nadie le eche un vistazo.

De la niña de A Coruña a la «jefa» del Ministerio de Trabajo

Si hay algo que define a Yolanda Díaz es su origen humilde y su fuerte relación con el sindicalismo. Nacida en 1971 en A Coruña, es hija de padres sindicalistas que le inculcaron desde pequeña la lucha por los derechos de los trabajadores. Su padre militó en la clandestinidad en el Partido Socialista Galego (PSG) y fue secretario general de CCOO en Galicia, mientras que su madre, trabajadora de Ford, también era afiliada a Comisiones Obreras. Vamos, que la vocación le venía de familia.

Díaz estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, y tras trabajar en varios despachos de abogados, abrió el suyo propio en Ferrol, especializándose en temas laborales. De ahí a la política solo había un paso, y en 2002, Yolanda se convirtió en coordinadora general de Esquerra Unida.

De los despachos gallegos a los despachos ministeriales

Yolanda, que no se queda quieta, siguió su camino político en Ferrol, donde fue elegida concejala y teniente de alcalde en 2007. Pero lo mejor estaba por llegar: en 2016, saltó al Congreso de los Diputados de la mano de Podemos y comenzó a ocupar varios puestos clave en las portavocías. En 2020, cuando Pablo Iglesias decidió que era hora de dar la mano al PSOE, Yolanda fue propuesta como ministra de Trabajo y Economía Social. Desde entonces, no ha dejado de estar en el ojo público.

Eso sí, las vueltas de la vida política hicieron que Iglesias se despidiera del Gobierno, y en 2021, Díaz subió al puesto de vicepresidenta segunda. Ahora, con su partido Sumar, Yolanda se mantiene como una de las figuras más relevantes y mejor valoradas del gabinete de Sánchez.

¿Y cuánto cobrará cuando se retire de la política?

Si te estás preguntando si Yolanda podrá retirarse a la playa con una pensión de lujo, la respuesta es más modesta. Al no tener una pensión vitalicia como los expresidentes, su «recompensa» cuando abandone el cargo será ese «paro» de dos años al 80% de su salario. Nada de despilfarros en islas privadas o yates, pero sí un cómodo colchón económico para pensar en su próximo paso. Porque, siendo honestos, con ese dinero te puedes tomar el tiempo para decidir si quieres seguir en política, montar tu propio despacho de abogados o, por qué no, seguir peleando por una jornada laboral de cuatro días.

Reflexión final: ¿Ganarse la vida a base de reformas?

Al final, el sueldo de Yolanda Díaz está en línea con el de otros altos cargos del Gobierno, aunque claro, para muchos sigue siendo una cifra difícil de alcanzar. Lo interesante aquí es cómo su historia, desde sus comienzos en Ferrol hasta la cima de la política española, ha estado marcada por la lucha social y el sindicalismo. Lo que está claro es que, con cada reforma laboral, jornada reducida o subida del salario mínimo, Yolanda Díaz sigue defendiendo aquello que lleva en la sangre: el trabajo digno. Y, por supuesto, su sueldo como vicepresidenta la acompaña en el camino.

¿Qué opinas tú del sueldo de los políticos?

¿Te parece justo que los ministros cobren más de 7.000 euros al mes? ¿O crees que deberían ganar más o menos según sus responsabilidades? ¡Cuéntanos tu opinión, que aquí el debate nunca falta!