«Francesc Baldomar: El Maestro de la Arquitectura Tardogótica Mediterránea»
Francesc Baldomar (c. 1395-1476) fue un maestro de obra cuya trayectoria marcó un importante episodio en la arquitectura tardogótica mediterránea. Su obra plantea problemas geométrico-constructivos más propios de la estereotomía renacentista que de la cantería gótica, iniciando un Renacimiento cargado de simbolismo bíblico. A continuación, se presenta un resumen de sus obras más notables:
- La Casa de la Ciudad: En 1434, Baldomar fue nombrado maestro de obra de la Casa de la Ciudad en Valencia. Su trabajo en este proyecto marcó su ascenso a maestro de obra.
- La Capilla Real del antiguo convento de Santo Domingo: En 1437, el rey Alfonso el Magnánimo encargó a Baldomar una capilla en el antiguo convento de Santo Domingo. Esta capilla es notable por su bóveda aristada de cantería y su compleja escalera helicoidal.
- Las obras en el Palacio Real de Valencia: Baldomar estuvo al frente de la dirección de los trabajos de cantería de todas las obras del Palacio Real de Valencia, incluyendo las salas entre las torres y la habitación sobre la cambra dels àngels.
- El Portal de Quart: Entre 1441 y 1476, Baldomar dirigió la construcción del Portal de Quart, una de sus obras más emblemáticas. Este portal es notable por su solidez y sobriedad de volúmenes.
- El Real Monasterio de la Trinidad: Aunque no hay documentación que lo confirme, se cree que Baldomar fue el autor de varios elementos arquitectónicos en este monasterio, incluyendo los vanos esviajados del acceso al refectorio y la escalera del claustro.
- El Almudín: Entre 1455 y 1460, Baldomar trabajó en el Almudín, un edificio de gran importancia en el siglo XV destinado a guardar y almacenar el trigo y otros granos para la venta y distribución en la ciudad de Valencia.
- La Capilla de Aldonza de Montagut en el convento de San Francisco: En 1469, Baldomar fue encargado de la ampliación de esta capilla, que resultó en una capilla rectangular de doble cuadrado.
- Obras en el Palacio Arzobispal de Valencia: En 1463, Baldomar trabajó en el Palacio Arzobispal de Valencia, donde realizó un pilar de uno de los arcos pétreos sobre los que se hacía el porche.
- Maestro de la Catedral de Valencia: Baldomar comenzó como maestro de obra de la catedral de Valencia en 1457. Durante su tiempo en este puesto, realizó una serie de importantes intervenciones en la catedral, incluyendo la construcción del portal y la Arcada Nova de la Seu.
- Autor del proyecto original de la Lonja de Valencia: Baldomar fue el autor del proyecto original de la Lonja de Valencia, Francesc Baldomar es el arquitecto que se atribuye como el autor del proyecto original de la Lonja de Valencia. La Lonja de la Seda, como también se conoce, es una obra maestra del gótico civil valenciano situada en el centro histórico de la ciudad de Valencia. Desde 1996, está considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
- Las Torres de Quart: Baldomar también trabajó en las Torres de Quart junto a Jaume Pérez, Anthoni Lor y su moço (esclavo) Valentín. Estas torres son uno de los doce portales que custodiaban la antigua muralla cristiana de la ciudad de Valencia.
Estas son solo algunas de las obras más destacadas de Francesc Baldomar, pero su legado se extiende mucho más allá. Su enfoque innovador y su habilidad para fusionar la arquitectura gótica con elementos renacentistas han dejado una marca duradera en la arquitectura de Valencia y han influido en generaciones de arquitectos que le siguieron.
Baldomar no solo fue un maestro de la arquitectura, sino también un maestro de la geometría y la inspiración bíblica, como se refleja en su trabajo. Su habilidad para incorporar estos elementos en su arquitectura ha dado lugar a edificios que son tanto visualmente impresionantes como ricos en simbolismo y significado.
A través de su trabajo, Francesc Baldomar demostró que la arquitectura es mucho más que simplemente construir estructuras. Es una forma de arte, una forma de expresión y una forma de conectar con el pasado mientras se mira hacia el futuro. Su legado perdura en las calles de Valencia, en los edificios que restauró y en las mentes de aquellos que continúan admirando su trabajo.
Francesc Baldomar: El Maestro de la Arquitectura Tardogótica Mediterránea
Francesc Baldomar (c. 1400 – Valencia, 1480) fue un maestro de obra cuya trayectoria supone el más importante episodio de la arquitectura tardogótica mediterránea. Desarrolló su actividad en la ciudad de Valencia entre 1425 y 1476, y su personalidad ha sido reivindicada en las últimas décadas como un artista genial, pues supo conducir la arquitectura gótica levantina hacia la experimentación geométrica.
Inicios y Carrera
Baldomar aparece inicialmente como simple cantero bajo la dirección de Jaume Esteve en la obra del puente del mar en 1425. Ya en 1435 figura como maestro, en su designación para llevar a cabo una escalera de piedra para los Jurados de la ciudad. Desde entonces no faltan sus intervenciones como maestro de obras municipales, hasta su destitución en 1461.
Entre 1444 y 1460 trabajó en la obra de cantería del Portal de Quart, en 1445 en la ampliación del almudí y en la pavimentación de la plaza inmediata, en 1450-1451 en la torre del Micalet y en 1459 en el puente de Serranos, sin contar las mejoras en la Casa de la Ciudad.
Para los monarcas alzó la magnífica capilla de los Reyes del convento de Santo Domingo (1439-1463). Y para el cabildo catedralicio, que en 1462 ya lo considera “magister fabrice sedis”, ejecuta a partir de 1458 la interconexión de tres edificaciones hasta entonces separadas: la seo, el Micalet y la sala capitular, para lo cual prolongó hacia el oeste un tramo en cada una de las tres naves de la seo, manteniendo el antiguo sistema de alzados y disponiendo variados accesos a cada uno de los espacios adyacentes.
Se le atribuyen diversas dependencias del monasterio de la Trinidad en la misma ciudad.
Logros y Legado
Consumado maestro en la estereotomía, entre sus mayores logros técnicos se cuentan las bóvedas aristadas y los arcos en esviaje presentes en casi todas sus producciones, y el arco en esquina a la entrada de la torre campanario de la catedral.
Gracias a sus conocimientos de geometría trabajó asimismo como “livellador” o nivelador de aguas, oficio fundamental acorde con la importancia de los riegos en la huerta valenciana; en 1444 formó parte del equipo que determinó la nueva acequia de la marjal. Intervino asimismo en los preparativos para la entrada oficial de Juan II y su esposa en la ciudad (1459).
Obras Destacadas
- Portal de Quart, Valencia, 1444-1460
- Capilla Real del Convento de Santo Domingo, Valencia, 1439-1463
- Catedral (ampliación), Valencia, 1458-1476
La influencia de Francesc Baldomar en la arquitectura tardogótica mediterránea es innegable, y su impacto ha sido reconocido y valorado en gran medida. Su habilidad para fusionar la tradición gótica con la experimentación geométrica ha dejado una huella indeleble en la arquitectura de la región, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración para los arquitectos contemporáneos.
Francesc Baldomar, también conocido como Valdomar, es una figura intrigante en la historia de la arquitectura valenciana. Su nombre aparece por primera vez en los registros históricos en 1469, no como un arquitecto o maestro de obras, sino como un humilde picapedrero. Sin embargo, en un giro sorprendente de los acontecimientos, solo tres años después, en 1472, se le menciona como el maestro mayor de la Catedral de Valencia y de la Lonja de la Seda, dos de las obras arquitectónicas más significativas de la ciudad.
Este ascenso meteórico de un simple picapedrero a maestro mayor de dos proyectos arquitectónicos de gran envergadura en un período tan corto es un enigma que aún desconcierta a los historiadores. ¿Cómo pudo un picapedrero convertirse en el maestro de obras de dos de los proyectos más importantes de Valencia en tan poco tiempo? Este misterio, aún sin resolver, añade un aura de enigma a la figura de Francesc Baldomar y a su contribución a la arquitectura valenciana.
Francesc Baldomar, a pesar de su notable contribución a la arquitectura valenciana, no estuvo exento de conflictos y adversidades. Se cree que sufrió agresiones y amenazas de muerte, probablemente debido a su condición de judeoconverso.
En 1461, fue destituido de su cargo de «mestre de pedra de la ciutat» (maestro de piedra de la ciudad) por razones desconocidas. Un año después, en 1462, Baldomar denunció una serie de agravios contra él y sus trabajadores por parte del canónigo de la catedral, Guillem de Vich. Según los registros, estos incidentes ocurrieron poco después de que Baldomar colocara un rosetón con la estrella de David en el portal de los Apóstoles de la catedral, un acto que pudo haber provocado la ira de algunos miembros de la iglesia.
Baldomar informó que Vich y un grupo de hombres habían irrumpido en su taller, rompiendo puertas y paredes, y robando su asno, que luego fue encontrado en lo alto del Micalet, la torre de la catedral. Además, Baldomar acusó a Vich de haber orinado en el vino de sus trabajadores en varias ocasiones y de haberle frotado las gafas con excrementos, causándole un gran escozor en los ojos.
En 1470, Baldomar fue amenazado de muerte por el maestro de obras del azud de Vila-real. Además, gran parte de la documentación clave sobre la obra y la vida de Baldomar se ha perdido o ha sido malinterpretada, lo que ha llevado a algunos a especular que hubo un intento deliberado de minimizar su importancia en la historia de la arquitectura valenciana.
La historia oculta del «Mestre» Baldomar revela la vida llena de intrigas y adversidades de Francesc Baldomar, el maestro mayor de la Catedral de Valencia durante el periodo de esplendor conocido como el Segle d’Or. Germán Chiva, investigador y autor de una tesis doctoral sobre Baldomar, ha rescatado documentación inédita de los archivos de la Catedral que arroja luz sobre la vida de este arquitecto destacado.
En 1462, Baldomar presentó una denuncia contra el canónigo Guillem de Vich, que involucra una serie de incidentes sorprendentes y dignos de una novela. Baldomar acusó a De Vich de irrumpir en su casa adyacente a la Catedral, robar su burro y llevarlo a lo alto del Micalet, la torre campanario. Además, alegó que De Vich había orinado en el agua de sus obreros y que estos, sin saberlo, habían bebido dicha agua. También afirmó que De Vich había tomado sus gafas, las había manchado con excrementos y se las había puesto en los ojos, causándole una gran molestia.
Estos hechos, que podrían formar parte de una trama picaresca o de una obra literaria como el Tirant lo Blanc, han sido rescatados por Chiva para reivindicar la imagen de Baldomar. El cronista Sanchis Sivera había mencionado parcialmente estos sucesos en sus escritos, lo que llevó a algunos historiadores a interpretar erróneamente que los obreros acusaban a Baldomar, invirtiendo los papeles de agresor y víctima. Sin embargo, la denuncia presentada por Baldomar revela la verdad de los hechos y aclara la situación.
La investigación de Chiva también destaca las contribuciones arquitectónicas de Baldomar. Se le atribuye la Capilla Real del antiguo convento de Santo Domingo, así como la introducción de elementos del Renacimiento italiano en sus obras, como las bóvedas aristadas. Además, Chiva ha descubierto documentos que sugieren que Baldomar fue el autor del rosetón original de la puerta de los Apóstoles de la Catedral, conocido como lo Salamó.
Baldomar vivió en una época de cambios y conflictos, en la que los papas valencianos de la familia Borja gobernaban en Roma, lo que impulsó el crecimiento y desarrollo de la Catedral de Valencia. Sin embargo, también enfrentó amenazas de muerte y rivalidades con otros maestros de la época.
La investigación de Germán Chiva arroja luz sobre la vida y obra de Francesc Baldomar, considerado uno de los mejores mestres (equivalente a un arquitecto actual) que ha tenido la ciudad de Valencia. Su historia demuestra una vez más cómo la realidad puede superar a la ficción y nos invita a explorar los misterios y las intrigas ocultas en los recovecos de la historia.
Algunos historiadores sugieren que Baldomar pudo haberse encontrado en medio de una lucha de poder dentro de la iglesia, entre una facción apoyada por judeoconversos de la burguesía, con el canónigo y protector de Baldomar, Antoni Bou, a la cabeza, y otra respaldada por la monarquía y la nobleza.