El pasodoble “El Fallero” es una pieza musical emblemática de las fiestas falleras de Valencia, que cada año llenan de colorido y alegría la ciudad. La historia de esta pieza musical comienza en el año 1928, cuando la fiesta de las fallas se encontraba en pleno auge gracias al impulso dado por la Sociedad Valenciana Fomento del Turismo.
«La historia detrás del icónico pasodoble «El Fallero»: cómo un encargo de última hora se convirtió en un éxito de la fiesta de las Fallas de Valencia»
En ese momento, un valenciano entusiasta de la fiesta, D. Antonio Royo Ample, miembro de esta entidad, pidió al maestro Serrano que escribiera un pasodoble que las bandas de música tocarían durante los días de la fiesta. El maestro Serrano, quien era un valenciano y un entusiasta de las fallas, aceptó complacer la petición y se comprometió a escribir el pasodoble para una fecha determinada.
Sin embargo, el maestro Serrano se encontró con un problema, ya que no tenía ninguna idea de cómo componer la pieza musical. Fue entonces cuando casualmente recibió una carta de los falleros valencianos en la que le recordaban que solo faltaban unos días para que los muchachos salieran a las calles entonando el viejo pregón: “Hi ha una estoreta velleta para la fallas de Sant Josep”.
El maestro Serrano, pensando en la antigua canción infantil, se encerró en su cuarto y, en solo media hora, compuso “El Fallero”, un pasodoble alegre y melodioso que se halla infiltrado en el alma de la fiesta fallera. Al día siguiente se hicieron 100 copias y, cuando ya no se esperaban en Valencia, un empleado de la compañía de las camas entregó en mano a la Sociedad de Fomento de Turismo la obra prometida.
El día 18 de marzo de 1929, “El Fallero” se estrenó en Valencia, convirtiéndose en un éxito artístico y un legado que ha llegado hasta nuestros días. La entidad valenciana no ocultaba su satisfacción por ello y, al dar cuenta de las fiestas falleras de aquel año, publicaba también en las páginas de “Valencia Atracción” un retrato del maestro Serrano con el siguiente pie: “El notable maestro Serrano, que a pesar de la incredulidad mostrada por cuantos les comunicamos la noticia, ha escrito el pasodoble fallero, que prometió, y que ha tenido el indiscutible éxito de todas sus composiciones”.
Posteriormente, en 1931, el poeta Maximiliano Thous Orts adaptó una letra al ya popularísimo pasodoble, y en función de homenaje al maestro Serrano, se estrenó con el mismo éxito que había obtenido años antes.
En conclusión, el pasodoble “El Fallero” es una pieza musical que forma parte de la historia y la tradición de las fiestas falleras de Valencia. Su composición fue fruto de la casualidad, pero se convirtió en un éxito artístico que ha perdurado en el tiempo. Cada año, durante la fiesta, esta pieza musical sigue siendo tocada por las bandas de música y es una de las más esperadas por los valencianos y turistas que acuden a las fiestas falleras en la actualidad.
El pasodoble «El Fallero» es una pieza musical que se ha convertido en uno de los símbolos de la fiesta de las fallas, una tradición valenciana que se celebra desde hace más de un siglo. La composición de esta pieza musical, que fue obra del Maestro Serrano en 1929, se produjo en un momento en que la fiesta de las fallas se encontraba en pleno auge y se estaba convirtiendo en un evento cada vez más popular en Valencia.
Desde entonces, «El Fallero» ha sido tocado en innumerables ocasiones durante las fiestas falleras, tanto por las bandas de música que recorren las calles de la ciudad como en otros eventos relacionados con la fiesta. Esta pieza musical se ha convertido en un símbolo de la fiesta de las fallas y es muy esperada tanto por los valencianos como por los turistas que acuden a la ciudad durante estas fechas.
La popularidad de «El Fallero» también ha trascendido las fronteras de Valencia y ha sido interpretado por numerosas bandas de música de todo el mundo. Incluso ha sido utilizado como música de fondo en películas y series de televisión, lo que ha contribuido a aumentar su fama y su reconocimiento internacional.
En definitiva, «El Fallero» es una pieza musical que ha logrado convertirse en un símbolo de la fiesta de las fallas y que sigue siendo una de las composiciones más populares de la música valenciana. Su melodía alegre y pegadiza ha conseguido infiltrarse en el alma de la fiesta fallera y se ha convertido en una parte esencial de esta tradición tan arraigada en la cultura valenciana.
