La Casa de las Rocas, un edificio emblemático en el corazón del barrio del Carmen en Valencia, ha finalizado una reforma integral que ha sacado a la luz misteriosas pinturas que podrán ser observadas en cuanto se reabra el edificio antes de la festividad del Corpus. La casa museo, uno de los espacios más visitados dentro de los espacios temáticos de la ciudad, es un lugar difícil de explicar al profano. La reforma integral en el patio, donde se aparcan los carros y elementos procesionales, ha tratado las termitas en las maderas antiguas, ha modificado el tejadillo para evitar la acumulación de humedades y ha sustituido todo el cuadro de luces.
Durante la reforma, se llevaron a cabo catas que permitieron descubrir las pinturas, que pueden ser decorativas o una demostración de cómo era el Corpus hace siglos. En todas las catas han aparecido tres tipos de pinturas: figurativas, vegetales y grafitos, lo que sugiere que la totalidad del edificio estaría empapelada con pinturas. La pintura que más llama la atención es la de una figura femenina, desnuda hasta donde se puede ver, con una máscara en la cara. Es un auténtico misterio, y se desconoce por qué se tapó. Sin embargo, esta figura es fascinante, hablando más de Carnaval que del Corpus.
Además de las pinturas, se han descubierto dos arcos cegados que conectarían con el edificio colindante que era de 1710. Cerca de la entrada también se han encontrado estructuras de ladrillo y piedra de otra época. La Casa de las Rocas y su contenido son uno de los legados más antiguos de la ciudad, y es un desafío ponerlo en valor. Por ejemplo, Sansón es de 1815, y la Diablera Plutón también es antigua. Algunas partes de las Rocas tienen siglos de antigüedad, lo que sugiere que se han acumulado reformas a lo largo de los años. El siguiente desafío es saber cómo están las estructuras de tracción para garantizar la seguridad.