Los escoceses tienen una arraigada creencia en los faros de almas. Para ellos, no cabe la posibilidad de que no existan en sus cementerios.
Los faros de almas son construcciones, de tipo monolito, que podemos ver en, prácticamente, todos los camposantos de Escocia. Se pueden definir como tumbas que no custodian ningún cuerpo, sino almas.
Todo escocés sabe que si fallece fuera de su país, y su cuerpo no ha sido encontrado ni entregado a su familia, su alma debe elevarse hasta que vea el faro de almas que lleva su nombre. Entonces, solo tiene que descansar junto al faro y esperar. Sus familiares no tardarán en ir a visitarlo.