VALENCIA OCULTA | El Manual del Baratero, libro clásico del siglo XIX en el que se describen diversas técnicas del arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera destinadas a acabar con el contrincante en peleas callejeras, como el ‘floretazo’, la ‘culebra’ o el ‘molinete’, entre otras.
El anónimo autor del Manual del baratero, ó arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los jitanos, impreso por primera vez en Madrid en 1849, expone en esta curiosísima obra unas pautas a seguir por los «hombres honrados» en caso de tener que usar objetos cortantes como arma, ya que, como indica en el prólogo, «ha habido una necesidad de instruir al débil para que sepa defenderse de las demasías del fuerte». El tratado estudia, enriquecido con numerosos grabados, las diferentes maneras de manejar el cuchillo y las tijeras, los mecanismos de la navaja, las diferentes posiciones que ha de tomar un individuo para atacar con ella y el modo de acometer al contrario, ocupando el final del breve volumen un simpático análisis del baratero, «ó sea el matón que saca un impuesto forzoso en los círculos de los tahúres que se llaman garitos»
«Quizás habrá algunos que al ver el presente Manual lo reciban malamente, suponiendo perjudicial su aparición, por se la navaja el arma propia de los barateros, de las tahures y de otras ciertas gentes de vida airada…»
Así comenzaba el “Manual del Baratero” subtitulado “Arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los gitanos“.
Este manual, del que no se conoce el autor, fue publicado en 1849 recopilando consejos, posturas, ataques… Todo con el fin de enseñar el manejo de un arma muy extendida desde hacía tiempo entre los españoles, y que se utilizaba en incluso hasta en duelos de honor: la navaja.
Aprender el uso de un este asequible arma, es necesario para que los “hombres honrados defiendan su honor”, como dice el manual.
El libro está dedicado en especial estos “hombres honrados” a los que el autor considera débiles y en desventaja. Haciendo alusión en que las clases altas tienen muchos manuales de armas y esgrima y la clase trabajadora ninguno.
Se trata de un manual para la gente humilde, gente que necesitaba hacer frente a los abusos que sobre ellos ejercían los más “fuertes”.
En la sociedad de aquellos tiempos había males irremediables para los cuales no bastaban los preceptos de la religión.
Dejamos aquí alguna de las curiosas ilustraciones que contiene:
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Pero no solo hablaba de la navaja, el libro menciona “la tijera de los gitanos” que no es otra cosa que la tijera de esquilar. Un arma mortal, bien utilizada, pues con un buen manejo y bien clavada en el adversario, el que la empuñaba la podía abrir causando una muerte segura. Desgarro mortal.
Del manual —en el caso que nos de por leerlo— podemos sacar, aparte de malas ideas, algunas palabrejas interesantes utilizadas en los círculos “más selectos” de los barrios bajos de aquel siglo XIX, como por ejemplo:
BARATERO: matón por dinero nacido de la hez del pueblo y criado en los presidios.
MONDONGO: estómago o tripas, normalmente de animales, pero aquí el humano.
GARITO: lugar donde ejercen los tahures.
TAHÚR: jugador fullero y tramposo.
PARNÉ: dinero.