Los historiadores Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña y Rafael Sánchez Saus sostienen que la Reconquista como concepto histórico no nació en torno al año 722 con la victoria de Pelayo en Covadonga, sino que el período reconquistador empieza en el siglo XI con la toma de Toledo en 1085. Según explican, la idea de Reconquista no existía en la mente de Pelayo, quien no tenía intención de abrir una guerra para recuperar la España visigoda, y la batalla de Covadonga fue una escaramuza insignificante en ese momento. La Reconquista surge posteriormente como una ideología coherente en los reinos cristianos, con una actitud consciente de recuperar el territorio en manos de los musulmanes.
Para derribar estas creencias históricas populares y ofrecer una visión desideologizada de una etapa de la historia de España que se extendió durante ocho siglos, Rodríguez de la Peña y Sánchez Saus han organizado las jornadas de estudio La Reconquista a debate, en colaboración con el Instituto de Estudios Históricos de la Universidad CEU San Pablo y la Fundación Villacisneros, con el objetivo de establecer con rigor qué fue la Reconquista histórica. Se analizarán las crónicas medievales y cómo abordaban el concepto de España, la forma de hacer la guerra, el papel de la Iglesia y la idea de cruzada, y cómo se derrumbó Al-Ándalus.
En este sentido, la idea de Reconquista como un concepto histórico y político que animó la lucha de los reyes cristianos por recuperar la Península Ibérica de manos musulmanas se desarrolló en el siglo XI, en un contexto de ideología cristiana y de la Iglesia católica. «Fue entonces cuando surgió una verdadera conciencia de recuperación de territorios que se percibían como propios y que habían estado en manos de los musulmanes durante más de tres siglos», explica Sánchez Saus. «Además, fue en este periodo cuando se empezaron a formar los primeros reinos cristianos que se disputarían el control de la Península Ibérica, como Castilla, Navarra, Aragón y Portugal».
Por su parte, Rodríguez de la Peña añade que «la Reconquista no fue un proceso lineal y uniforme, sino que estuvo marcado por una serie de altibajos, crisis y momentos de avance y retroceso. Tampoco se puede hablar de una única Reconquista, sino de varias, según las diferentes etapas históricas». De hecho, en la historiografía moderna se habla de tres etapas principales de la Reconquista: la primera, desde el siglo VIII hasta mediados del XI, caracterizada por una lucha defensiva de los cristianos contra los musulmanes; la segunda, desde mediados del XI hasta mediados del XIII, que supuso el avance de los reinos cristianos hacia el sur de la Península y la conquista de territorios clave como Toledo o Córdoba; y la tercera, que se desarrolló desde el siglo XIII hasta la caída del Reino de Granada en 1492, y que fue una época de consolidación y expansión de los territorios cristianos en la Península.
En definitiva, la idea de Reconquista como un proceso lineal y heroico que culminó con la expulsión definitiva de los musulmanes de la Península Ibérica en 1492 es una simplificación excesiva de un proceso histórico mucho más complejo y matizado. Las jornadas de estudio La Reconquista a debate pretenden contribuir a una visión más rigurosa y desideologizada de esta etapa de la historia de España, desmontando mitos y creencias populares y ofreciendo una visión crítica y objetiva basada en el rigor histórico y la investigación científica.