Aeródromo de Villar de la Libertad: Un bastión aéreo en la guerra civil española

mayo 20, 2023
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Durante el período de la guerra civil española, el pequeño pueblo de Villar de la Libertad adquirió un protagonismo especial debido a la construcción de un aeródromo en sus cercanías, específicamente en los terrenos junto a la conocida Casica Roger, ubicada a unos 5 kilómetros del casco urbano y en las proximidades de la carretera Villar-Bugarra. Los propietarios de esta casica también eran dueños de la casa que se encontraba en ese espacio, la cual fue utilizada como residencia por el Alto Mando del Ejército Aéreo.

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La construcción de este aeródromo, que comenzó en diciembre de 1936, fue una respuesta a las necesidades estratégicas de las Fuerzas Aéreas Republicanas Españolas (F.A.R.E). Este aeródromo serviría como punto de partida para los aviones destinados a bombardear las posiciones fascistas en el frente de Teruel. Formaba parte de un conjunto de aeródromos militares que configuraban un arco de protección alrededor de la ciudad de Valencia, como parte de la 4ª Región Aérea Gubernamental. Esta región contaba con campos de aviación en diversas provincias, incluyendo Cuenca, Teruel, Alicante, Castellón y Valencia. En el caso de Valencia, los aeródromos eran Alcublas, Carlet, Liria, Manises, Montroy, Pobla del Duc, Requena, Sagunto, Senyera, Sinarcas, Valencia-El Grau, Villar de la Libertad y La Yesa.

El aeródromo de Villar de la Libertad, identificado con el código 423 (4ª Región Aérea, 2º Sector, tercer campo), fue un punto clave en las operaciones aéreas durante la guerra civil. Los trabajos de construcción se completaron en marzo de 1937, e incluyeron la explanación y acondicionamiento de los terrenos, así como la construcción de un refugio antiaéreo y dos edificios para taller de reparaciones y dormitorio de las tropas.

El campo de aviación tenía una forma hexagonal irregular, con una longitud de 1.800 metros de norte a sur y un ancho de 1.200 metros al sur y 500 metros al norte. Sus coordenadas geográficas eran aproximadamente 39º 41′ de latitud y 2º 53′ de longitud este. Durante la construcción del aeródromo, se emplearon cerca de 180 jornaleros, a quienes se les pagaba 7 pesetas por día de trabajo, además de utilizar maquinaria como carros, tractores y caballerías.

El 23 de marzo de 1937, los primeros aviones aterrizaron en el aeródromo de Villar de la Libertad. Estos aviones, conocidos como Tupolev SB-2 o «Katiuskas», pertenecían a la 1ª Escuadrilla del Grupo 12 y eran tripulados por pilotos rusos. Durante la guerra, el aeródromo fue utilizado para operaciones de guerra y entrenamiento, con momentos de intensa actividad y otros de relativa calma.

Diversas escuadrillas y fuerzas aéreas ocuparon el campo de aviación de Villar de la Libertad, como la 2ª EscuadRilla de Chatos, la 2ª Escuadrilla de Moscas del Grupo 21 compuesta por pilotos rusos, la 2ª Escuadrilla de Katiuskas del Grupo 24 y la 50ª Escuadrilla de Natachas.

Durante la ocupación del campo de aviación, se sucedieron períodos de gran actividad con despegues y aterrizajes constantes de aviones. Por ejemplo, el 11 de abril de 1937, un total de treinta y dos aviones despegaron de este aeródromo. El 16 de abril, tres escuadrillas despegaron, con 12 aviones en dos de ellas y 26 en la tercera, convirtiendo a Villar en un verdadero centro de operaciones aéreas tanto para misiones de guerra como para entrenamiento.

El aeródromo de Villar de la Libertad desempeñó un papel estratégico en la defensa de la ciudad de Valencia durante la guerra civil. Como parte de la 4ª Región Aérea Gubernamental, contribuyó a la protección del territorio republicano y a los esfuerzos de combate contra las fuerzas fascistas. Sin embargo, con el transcurso de la guerra y los cambios en la situación militar, el aeródromo fue perdiendo su importancia y fue finalmente ocupado por las fuerzas franquistas en diciembre de 1938.

Hoy en día, los terrenos que una vez albergaron el aeródromo de Villar de la Libertad se han transformado, pero la historia de este lugar y su participación en la guerra civil española sigue siendo parte del legado de la región. Los vestigios de su pasado militar nos recuerdan los acontecimientos y las luchas que tuvieron lugar en ese periodo turbulento de la historia de España.

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