El Año Jubilar del Santo Cáliz sitúa a Valencia “al mismo nivel que Roma, Jerusalén y Santiago” como centro de peregrinación
La Catedral de Valencia acoge la exposición titulada “Cáliz de la Pasión”, organizada por el Centro Español de Sindonología (CES), con sede en Valencia, con la colaboración del Cabildo Catedralicio, bendecida e inaugurada por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
La mejor réplica de la Sábana Santa del mundo, en la Catedral
Asimismo, dentro de la exposición, destacar la imagen yacente a tamaño natural de Jesucristo, obra del escultor sevillano Juan Manuel Miñarro, que muestra todas las características que se ven en la Sábana Santa de Turín. Sobre esta imagen yacente, el presidente del CES ha remarcado que lo más relevante “es que la imagen es exacta a la del ´hombre` que aparece en la Sábana Santa desde la investigación y no simplemente ´a partir de`”. Otra pieza clave de la exposición, que podrá verse hasta la clausura del Año Jubilar, el último jueves de octubre, es la reproducción de la Sábana Santa que, según los expertos, “es la mejor que hay en todo el mundo”, tal como ha recordado Rodríguez.
Álvaro Almenar: “La muestra es una auténtica catequesis pedagógica”
En su intervención, el canónigo celador del Santo Cáliz ha hecho hincapié en “el esfuerzo sencillo y pedagógico” realizado en la muestra y ha invitado “a todos los valencianos y peregrinos, parroquias, colegios y fieles a visitarla, porque es de entrada totalmente libre, así podrán leer los paneles, aprender y disfrutar porque son una auténtica catequesis pedagógica”, por ello “también debe llegar a nuestro corazón porque el mensaje es que Cristo sufrió e hizo todo esto por nosotros”.
Sobre la existencia de otros Cálices de la Última Cena, Almenar ha precisado que “el Cáliz habla por sí mismo y el de Valencia es, con certeza, una copa judía de bendición, por eso el Arzobispo quiso que este Año Santo fuera el del Cáliz de la Pasión”.
Jorge M. Rodríguez: “El objetivo es enmarcar el Santo Cáliz en el contexto de la Pasión de Jesús”
La exposición, de entrada libre e instalada en la nave lateral izquierda de la Seo, junto al acceso a la torre del Micalet, consta de 14 paneles explicativos, la mitad de ellos referentes al Santo Cáliz de la Última Cena que se venera en la Catedral y la Pascua judía, y los otros siete sobre otras reliquias relacionadas con la pasión de Cristo.
El objetivo de la exposición “es enmarcar el Santo Cáliz en el contexto de lo que fue la Pasión de Cristo y dar una visión general de los instrumentos usados en la Pasión y las reliquias relacionadas con Jesucristo”, ha explicado Rodríguez.
Además, el CES “es una asociación de ámbito nacional que tiene como finalidad el estudio y la divulgación de las reliquias atribuidas a Jesucristo siempre que cumplan la condición de que se puedan estudiar científicamente, y por eso se muestran las piezas y réplicas de esta exposición, como fruto de esas investigaciones”.
La muestra incluye una serie de piezas “muy interesantes y que llamarán la atención de los visitantes”, entre ellas, “una cruz de madera de tamaño natural, de 2,25 metros de altura, para que nos hagamos una idea de cómo fue la usada para la crucifixión”, según Rodríguez, que ha explicado que “lo normal era o bien flagelar al reo o bien colgarlo en una cruz pero no ambas cosas, y además a Jesús lo clavaron”.
Otra pieza es una lámina con una reproducción a tamaño natural del “Santo Cristo de la Universidad de Córdoba”, obra de Juan Manuel Miñarro, que representa a Cristo en la cruz “con todas las características que aparecen en la Sábana Santa”.
Igualmente se exponen otras dos obras de Miñarro, “el mejor imaginero en España actualmente”: un busto con la reproducción del rostro de Jesús según la Sábana Santa pero sin heridas y la imagen yacente realizada a partir de la Sábana Santa, cedida por el Museo de la Pasión de Cabra (Córdoba), “a tamaño natural e hiperrealista, que sorprende mucho por la dureza de todas las heridas”, ha destacado Rodríguez.
También pueden verse tres réplicas, una de la Sábana Santa de Turín, otra del Santo Sudario de Oviedo y otra del Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana, así como tres clavos.
Respecto al Sudario de Oviedo, Rodríguez ha recalcado “la importancia de esta reliquia que tenemos en España y que se estudia desde hace 30 años y aunque no se han publicado las últimas conclusiones sí podemos decir que, según los expertos, todas las heridas del rostro que cubrió este pañuelo coinciden con las que muestra la Sábana Santa de Turín, por tanto, ambas telas cubrieron la misma cabeza”.
Además, completan la exposición un diorama, o escena con figuras como en un belén, de la Última Cena; una reproducción de la corona de espinas hecha con Ziziphus spina-Christi “el arbusto con el que probablemente se hizo la que se colocó a Jesús, propio de Jerusalén”; una réplica del “flagrum” o flagelo usado para las flagelaciones por parte de los romanos; y una lanza romana del siglo I.