La Crida y su historia en Valencia

marzo 1, 2021
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La CRIDA es la invitación (llamada) a la fiesta de las Fallas que la Fallera Mayor, en representación de la fiesta, realiza en forma de un bando o pregón.

1931,  a las  19:00  horas,  las diferentes bandas de música recorrieron las calles de la ciudad con un pregonero al frente invitando a vivir la fiesta. Todos concluyeron en la plaza del Ayuntamiento, entonces Plaza de Emilio Castelar, desde donde se lanzaron carcasas y cohetes con los acordes del himno de la “Región”. De esta forma se anunciaba y se iniciaba  la  recién  creada  Semana Fallera  que el  organismo  oficial fallero había coordinado ese mismo año.

Lo que hoy conocemos como “La Crida” pregón en castellano-, ese acto que se celebra el último domingo del mes de febrero en el que la Fallera Mayor de la ciudad reúne en las puertas de las Torres de Serranos a todas las comisiones falleras y realiza una llamada a la iniciación de los festejos (a todos los valencianos y a todos los visitantes), no fue siempre en la historia tal y como lo conocemos actualmente.

Hasta 1942  no se vuelve a tener constancia sobre el acto de la “Crida”. Ese año se realiza desde el balcón del Ayuntamiento el 13 de marzo, siendo el primero de estas características, donde el Presidente de la Junta Central Fallera, Luís Martí Alegre, invitaba a vivir la fiesta fallera.

Este mismo acto se repetiría al año siguiente con la novedad de ser retransmitido por primera vez por una emisora de radio, contando con la  presencia  de la  Fallera  Mayor de Valencia,  Elvira Gómez  Trenor, junto al Alcalde de la ciudad, Juan Antonio

Gómez de Trenor  (Conde  de Trenor),  actuando como pregonero el actor cómico Julio Espí.

El primer pregón, propiamente dicho desde un lugar concreto y no a viva voz recorriendo las calles sería el de 1942, justo el año de la creación de la Sección Especial.

En 1944 el balcón del Ayuntamiento será sustituido por un burro, a lomos  del  cual  un actor haría  de pregonero por las calles de Valencia con el siguiente verso: “Se fa saber a la gent de València i forastera que de ordre del  president  comensa en este moment la  gran Semana Fallera”.

En 1946  el  acto de la  Crida  se traslada  al  11  de marzo.  Ese día,  a las cuatro de la tarde, un majestuoso caballero anuncia por la ciudad la llegada  de la Semana Fallera. El Alcalde de la ciudad, Juan Antonio Gómez de Trenor, desde el balcón de la casa consistorial invitó a los ciudadanos a participar en la fiesta, pese a la gran crisis agrícola que se estaba produciendo a causa de una gran helada ese mismo año.

Una gran cabalgata donde desfila la Senyera, los  diferentes gremios, coches con falleras  y la Banda de la Legión, anuncia a los  ciudadanos el  12  de marzo de 1947  la  llegada  de las  Fallas.  Clemente  Cerdá  y Antonio  Aparisi,  vicepresidente  y  presidente  respectivamente  de la Junta Central Fallera, realizan los  discursos desde el Ayuntamiento. El pregonero de aquel  año fue  el  actor Manolo  Haro,  que leyó en las calles de la ciudad el texto de la Crida.

El  12  de marzo de 1948,  desde el  balcón  de la  casa consistorial,  se realizan los  tres llamamientos de la fiesta fallera. Presidiendo el acto se encontraba la  Fallera  Mayor María  Luisa Martínez Vallejo-Manglano, junto con el alcalde de la ciudad, José Manglano, y el Presidente de la Junta Central Fallera, Adolfo Cámara. El acto se cerró con la actuación de la Banda de Música de la Academia General Militar.

En  1949,  la  Crida  se realizó  el  día  11   de marzo.  La  Fallera  Mayor Margarita  Casanova,  el  alcalde  y el  vicepresidente de la Junta Central Fallera hablan para Radio Valencia. Al día siguiente, y al término del desfile  de la  Banda de Música  de la  Academia  General  Militar  de Zaragoza,  el  pregón emitido  el  día  anterior  por Radio  Valencia  se repite   desde  el   balcón   del   Ayuntamiento,   frente   al   cual   se  ha congregado gran cantidad de gente.

A partir de 1951 pasa a llamarse de Pregón a Crida cuando este festejo comienza a consolidarse como un acto masivo fallero de promoción exterior  de la  fiesta  de las  Fallas.  Ese año se realiza  como en los anteriores  desde el  balcón  del  Ayuntamiento,  careciendo  de parlamentos.

En 1952 se realizan varias modificaciones en el acto de la Crida. Una de ellas  es la  especie  de cortejo  nupcial  donde pasean en carrozas de época Baltasar Rull, alcalde de la ciudad, y la Fallera Mayor de Valencia, María  del  Rosario  Violante  Ferrandis  Lluna.  La  gente  se congregó rápidamente  en los  alrededores  del  cortejo  para admirar  la majestuosidad de las carrozas.

La Crida  pasa a celebrarse  en 1954  en las Torres de Serranos. Dado el marco histórico, los  componentes de Junta Central recrean el espacio, adornando  con  bengalas   y   antorchas  las   escaleras   y  las   Torres.

Clemente  Cerdá,  presidente  de la  Junta y  María  Minguela  Cañelas, Fallera Mayor de Valencia, invitan a todo el mundo a vivir las Fallas.

Todas las personas y comisiones congregadas frente a las Torres de Serranos viven el acto bulliciosamente y, cuando finaliza, la comitiva se dirige   al   Ayuntamiento   para  invitar   personalmente   al   Alcalde   a participar en las fiestas.

El día  11  de marzo de 1955 se repetirá el acto. Una comitiva disfrazada del medievo arranca a las siete y media de la tarde desde el Puente de la  Trinidad  hacia  las  Torres  de Serranos.  Allí  se ofrece  al  público congregado la  Crida  por parte de Clemente  Cerdá,  Presidente  de Junta Central Fallera y de la Fallera Mayor de Valencia, Amparo Teulet Casanova.  Como  el  año  anterior,  se dirigieron  al  Ayuntamiento  a invitar personalmente al Alcalde que los recibe mientras en la plaza se disparan tantas carcasas como días tiene la fiesta fallera.

El 12 de marzo de 1957, el Alcalde sí  asiste al acto de la Crida en las Torres  de Serranos y  se introduce  una novedad:  el  Alcalde  Tomás Trénor Azcárragua, heredero del título de Marqués del Turia, entregó a la  Fallera  Mayor de Valencia, Sagrario Fernández de Córdoba Planells, unas simbólicas llaves de la ciudad.

La  Crida  se consolida  en la  ubicación  de las  Torres  de Serranos, concretamente  en  la   Plaza   de  los    Fueros.   Miles  de   falleros   y valencianos se congregaron desde los  años cincuenta hasta la década de los  ochenta en la  mítica  plaza.  En 1990 se celebra por primera vez en la  parte de las  Torres  de Serrano del  viejo cauce del  Río  Turia, ganando en vistosidad y pudiendo acoger a muchas más personas.

Hasta el  presente,  el acto de la Crida se ha celebrado definitivamente en el  marco de las  Torres  de Serranos y siempre ha contado con una gran  participación   de  público,   especialmente   de  las   comisiones falleras que, con su estandarte, acuden a la cita, deseosos del arranque de la fiesta fallera.

La Crida  siempre  ha tenido  una peculiar evolución desde que en 1931 se instituyera,  pese a que no tuvo una continuidad. El 15 de marzo de

1931,  a las  19:00  horas,  las diferentes bandas de música recorrieron las calles de la ciudad con un pregonero al frente invitando a vivir la fiesta. Todos concluyeron en la plaza del Ayuntamiento, entonces Plaza de Emilio Castelar, desde donde se lanzaron carcasas y cohetes con los acordes del himno de la “Región”. De esta forma se anunciaba y se iniciaba  la  recién  creada  Semana Fallera  que el  organismo  oficial fallero había coordinado ese mismo año.

 

Hasta 1942  no se vuelve a tener constancia sobre el acto de la “Crida”. Ese año se realiza desde el balcón del Ayuntamiento el 13 de marzo, siendo el primero de estas características, donde el Presidente de la Junta Central Fallera, Luís Martí Alegre, invitaba a vivir la fiesta fallera.

Este mismo acto se repetiría al año siguiente con la novedad de ser retransmitido por primera vez por una emisora de radio, contando con la  presencia  de la  Fallera  Mayor de Valencia,  Elvira Gómez  Trenor, junto al Alcalde de la ciudad, Juan Antonio Gómez de Trenor  (Conde  de Trenor),  actuando como pregonero el actor cómico Julio Espí.

En 1944 el balcón del Ayuntamiento será sustituido por un burro, a lomos  del  cual  un actor haría  de pregonero por las calles de Valencia con el siguiente verso: “Se fa saber a la gent de València i forastera que de ordre del  president  comensa en este moment la  gran Semana Fallera”.

En 1946  el  acto de la  Crida  se traslada  al  11  de marzo.  Ese día,  a las cuatro de la tarde, un majestuoso caballero anuncia por la ciudad la llegada  de la Semana Fallera. El Alcalde de la ciudad, Juan Antonio Gómez de Trenor, desde el balcón de la casa consistorial invitó a los ciudadanos a participar en la fiesta, pese a la gran crisis agrícola que se estaba produciendo a causa de una gran helada ese mismo año.

Una gran cabalgata donde desfila la Senyera, los  diferentes gremios, coches con falleras  y la Banda de la Legión, anuncia a los  ciudadanos el  12  de marzo de 1947  la  llegada  de las  Fallas.  Clemente  Cerdá  y Antonio  Aparisi,  vicepresidente  y  presidente  respectivamente  de la Junta Central Fallera, realizan los  discursos desde el Ayuntamiento. El pregonero de aquel  año fue  el  actor Manolo  Haro,  que leyó en las calles de la ciudad el texto de la Crida.

El  12  de marzo de 1948,  desde el  balcón  de la  casa consistorial,  se realizan los  tres llamamientos de la fiesta fallera. Presidiendo el acto se encontraba la  Fallera  Mayor María  Luisa Martínez Vallejo-Manglano, junto con el alcalde de la ciudad, José Manglano, y el Presidente de la Junta Central Fallera, Adolfo Cámara. El acto se cerró con la actuación de la Banda de Música de la Academia General Militar.

En  1949,  la  Crida  se realizó  el  día  11   de marzo.  La  Fallera  Mayor Margarita  Casanova,  el  alcalde  y el  vicepresidente de la Junta Central Fallera hablan para Radio Valencia. Al día siguiente, y al término del desfile  de la  Banda de Música  de la  Academia  General  Militar  de Zaragoza,  el  pregón emitido  el  día  anterior  por Radio  Valencia  se repite   desde  el   balcón   del   Ayuntamiento,   frente   al   cual   se  ha congregado gran cantidad de gente.

A partir de 1951 pasa a llamarse de Pregón a Crida cuando este festejo comienza a consolidarse como un acto masivo fallero de promoción exterior  de la  fiesta  de las  Fallas.  Ese año se realiza  como en los anteriores  desde el  balcón  del  Ayuntamiento,  careciendo  de parlamentos.

En 1952 se realizan varias modificaciones en el acto de la Crida. Una de ellas  es la  especie  de cortejo  nupcial  donde pasean en carrozas de época Baltasar Rull, alcalde de la ciudad, y la Fallera Mayor de Valencia, María  del  Rosario  Violante  Ferrandis  Lluna.  La  gente  se congregó rápidamente  en los  alrededores  del  cortejo  para admirar  la majestuosidad de las carrozas.

La Crida  pasa a celebrarse  en 1954  en las Torres de Serranos. Dado el marco histórico, los  componentes de Junta Central recrean el espacio, adornando  con  bengalas   y   antorchas  las   escaleras   y  las   Torres.

Clemente  Cerdá,  presidente  de la  Junta y  María  Minguela  Cañelas, Fallera Mayor de Valencia, invitan a todo el mundo a vivir las Fallas.

Todas las personas y comisiones congregadas frente a las Torres de Serranos viven el acto bulliciosamente y, cuando finaliza, la comitiva se dirige   al   Ayuntamiento   para  invitar   personalmente   al   Alcalde   a participar en las fiestas.

El día  11  de marzo de 1955 se repetirá el acto. Una comitiva disfrazada del medievo arranca a las siete y media de la tarde desde el Puente de la  Trinidad  hacia  las  Torres  de Serranos.  Allí  se ofrece  al  público congregado la  Crida  por parte de Clemente  Cerdá,  Presidente  de Junta Central Fallera y de la Fallera Mayor de Valencia, Amparo Teulet Casanova.  Como  el  año  anterior,  se dirigieron  al  Ayuntamiento  a invitar personalmente al Alcalde que los recibe mientras en la plaza se disparan tantas carcasas como días tiene la fiesta fallera.

El 12 de marzo de 1957, el Alcalde sí  asiste al acto de la Crida en las Torres  de Serranos y  se introduce  una novedad:  el  Alcalde  Tomás Trénor Azcárragua, heredero del título de Marqués del Turia, entregó a la  Fallera  Mayor de Valencia, Sagrario Fernández de Córdoba Planells, unas simbólicas llaves de la ciudad.

La  Crida  se consolida  en la  ubicación  de las  Torres  de Serranos, concretamente  en  la   Plaza   de  los    Fueros.   Miles  de   falleros   y valencianos se congregaron desde los  años cincuenta hasta la década de los  ochenta en la  mítica  plaza.  En 1990 se celebra por primera vez en la  parte de las  Torres  de Serrano del  viejo cauce del  Río  Turia, ganando en vistosidad y pudiendo acoger a muchas más personas.

La última vez que la Crida coincidió con domingo 1 de marzo fue en 1992. Antes de ese año, desde 1967, el evento se celebraba en la primera semana de marzo e incluso en la segunda.

 

Fue en las Fallas de 1993, con Vicente González Lizondo como presidente de Junta Central Fallera, cuando la Crida tuvo lugar el domingo 28 de febrero y a partir de ahí siempre a finales de ese mes.  En 1999 se adelantó incluso al 21 de febrero a pesar de que el 28 era también domingo.

Hasta el  presente,  el acto de la Crida se ha celebrado definitivamente en el  marco de las  Torres  de Serranos y siempre ha contado con una gran  participación   de  público,   especialmente   de  las   comisiones falleras que, con su estandarte, acuden a la cita, deseosos del arranque de la fiesta fallera.

A lo largo de los años, ha habido cambios poco significativos en la fiesta de la Crida, donde hay que viajar hasta el incidente de 1989.

Aquel año, 1989, curiosamente fue el último de cara a la plaza de los Fueros por seguridad, por culpa del accidente pirotécnico al finalizar el acto y que, es seguro, los allí asistentes de aquel día se llevaron uno de los sustos de su vida.

El castillo, que fue lanzado desde la cima de las Torres de Serranos, provocó escenas de pánico en la plaza dels Furs al caer sobre la multitud allí presente. Covadonga Balaguer Malmierca, Fallera Mayor de ese año, y María Montoro Blasco, Fallera Mayor Infantil, se llevaron el susto de su vida aquel 26 de febrero de 1989.

Por seguridad, al año siguiente, en 1990 se empezó a realizar la Crida en la parte de las Torres de Serranos que da al Cauce del río, donde ya por fin se conoce la fiesta con la actual fisionomía y ubicación.

Desde entonces, las diferentes anécdotas de la Crida, han pasado desde el año en que «La corte escuchaba el discurso por walkie» (1992), entre otras anécdotas, hasta llegar a una de las más famosas últimamente, la del 2015, con la famosa Crida del “Caloret, el caloret faller” de la ya fallecida Rita Barberá.

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