«MercaTinder bajo vigilancia: Mercadona pone vigilantes para custodiar las piñas y frenar el desmadre del ligoteo frutal»
¿Te gusta la fruta? Pues haz cola, que ahora hay seguridad. Mercadona ha tenido que tomar medidas excepcionales para evitar que las piñas sean las protagonistas de la «hora de ligar», y ya hasta se habla de poner vigilantes. Así va la cosa.
El «MercaTinder», como lo llaman algunos, empezó como una especie de leyenda urbana y terminó siendo una actividad real entre las 19 y las 20 horas, cuando las piñas del supermercado Mercadona adquirieron un protagonismo inusitado. Lo que al principio parecía una especie de código no verbal para que solteros y solteras se reconocieran entre los pasillos del súper ha derivado en una verdadera revolución frutal. Ahora, incluso, la piña ha pasado a ser el epicentro de una medida de seguridad digna de una película de acción.
Pero, ¿cómo llegamos aquí? ¿Y qué tiene la piña que ver con todo este embrollo? Vamos a desmenuzarlo (y no, no es un mal juego de palabras).
Piñas, amor y caos en los pasillos de Mercadona
Todo empezó cuando los rumores sobre «la hora de ligar en Mercadona» empezaron a circular por las redes sociales. Según cuentan los participantes en este fenómeno, había un código secreto para buscar pareja en los supermercados: si llevabas una piña en el carrito, significaba que estabas «disponible» para conocer a alguien. Vamos, como si la piña fuese el equivalente frutal de poner la app de citas en modo activo.
El asunto se volvió viral y, como era de esperar, una oleada de jóvenes, y no tan jóvenes, comenzó a acudir a las tiendas en busca de algo más que una compra. Lo curioso es que no iban a por yogures o garbanzos enlatados, no, no… ¡La piña se convirtió en el «faro de Cupido»! ¿Para qué gastar en flores si una piña en el carrito ya decía todo?
Lo que era una broma privada pasó a ser una tendencia global, gracias a las maravillas de TikTok. Y, como sucede con las modas virales, las cosas se salieron de control.
«Coge la piña, pero paga antes de ligar»
Una cosa es coquetear en la frutería y otra muy distinta es dejar la tienda como un campo de batalla. Resulta que la euforia de los nuevos conquistadores piñeros empezó a generar ciertos… problemas logísticos. Al parecer, muchos de los que acudían en la «hora del ligoteo» tomaban la piña, daban una vuelta por el pasillo en modo seducción y la devolvían a su sitio original. Sin comprarla. A este paso, las pobres piñas debían sentirse más manipuladas que una declaración de Hacienda.
Mercadona, con esa elegancia que caracteriza a la cadena valenciana, no podía dejar que este descontrol siguiera. Primero, un valiente trabajador fue grabado en TikTok llevándose un carro entero de piñas hacia el almacén, probablemente bajo el lema «aquí se liga, pero las piñas no se tocan sin pasar por caja».
Este vídeo fue todo un éxito en las redes sociales, y los comentarios de los internautas no se hicieron esperar: «Si cogen la piña, por lo menos que la compren», decían algunos usuarios, apoyando la medida. Porque, claro, ya está bien de usar las piñas como si fueran fichas de ajedrez en este peculiar juego del amor.
«Mujer con pinganillo, custodia de las piñas»
El desmadre llegó a tal punto que, según el testimonio de un usuario de TikTok, Mercadona tuvo que recurrir a una medida extrema: poner vigilantes en la zona de las frutas, concretamente en el sector piñero. «He venido al Mercadona por curiosidad durante la hora prime de ligar, y lo más surrealista es que hay una señora con traje custodiando las piñas con un pinganillo, como si fuera una discoteca», afirmaba el usuario Luiisuco en su cuenta.
Evidentemente, esto es de lo más surrealista que hemos visto en años: ¿una señora con pinganillo controlando que no se desmadre el flirteo frutal? Tal vez sea la primera vez en la historia de los supermercados que una fruta necesita seguridad privada. ¡Ya solo falta que pidan el DNI para poder tocar una piña!
El TikTok de Luiisuco ha corrido como la pólvora, y otros usuarios han empezado a compartir sus propias anécdotas con el «MercaTinder». Al parecer, muchos han ido a comprobar si esto es real, y se han encontrado con el mismo panorama: piñas custodiadas como si fueran lingotes de oro. ¿Será el próximo paso poner detectores de piñas en las entradas de las tiendas?
Piñas, policías y desmadres: la historia sigue
El asunto no se quedó solo en las piñas custodiadas. En algunas tiendas, el fenómeno «hora de ligar» se salió tanto de madre que, según reportes, en algunas ciudades se tuvo que llamar a la policía para controlar las concentraciones masivas de ligones frutales. Fue el caso del Mercadona situado junto al estadio de San Mamés, en Bilbao, donde la Ertzaintza tuvo que intervenir para dispersar a las masas que, más que encontrar pareja, parecían estar organizando un festival.
Si bien Mercadona aún no ha lanzado un comunicado oficial sobre el «fenómeno piñero», lo cierto es que esta extraña tendencia está lejos de desaparecer. Puede que, dentro de unos años, recordemos este capítulo como una de esas anécdotas surrealistas que solo pueden pasar en España: un lugar donde hasta las piñas tienen protagonismo en la vida amorosa.
La reflexión final (que en realidad no es una reflexión, pero nos hace gracia)
Y ahora que lo sabes todo sobre esta inusual guerra frutal en Mercadona, queda una pregunta por responder: ¿Te atreverías a ligar en la sección de frutas o prefieres seguir deslizando a la derecha en las apps? Eso sí, si lo intentas, ¡asegúrate de no robarle la piña a nadie!
¿Y tú qué prefieres, el Tinder digital o el Mercadona tropical?