Piña al revés y romance en Mercadona: El supermercado se convierte en la nueva discoteca de España
Un extraño fenómeno sacude los pasillos de Mercadona y otros supermercados del país: gente soltera buscando el amor entre piñas del revés, carritos de la compra y miradas furtivas. ¿Qué está pasando en los supermercados y por qué ha tenido que intervenir la policía en algunas ciudades? Te lo contamos todo.
Olvídate de Tinder, de las citas por Zoom y de las discotecas llenas de humo. Si estás soltero y buscando el amor en España, tu lugar ideal ahora es Mercadona… siempre y cuando tengas una piña a mano y la coloques correctamente (o más bien, incorrectamente) en tu carrito. Porque, amigos, ha nacido un nuevo código secreto de ligoteo que está revolucionando la forma de encontrar pareja en este país: la piña del revés.
Lo que empezó como una broma entre amigas en redes sociales ha terminado convirtiéndose en un fenómeno de masas que incluso ha llamado la atención de la BBC y otros medios internacionales. Pero, como suele ocurrir con todas las tendencias virales, lo que al principio parecía inocente ha escalado rápidamente a niveles de caos. ¿Qué es lo que está pasando exactamente en nuestros supermercados?
El origen del «piñagate»
Todo comenzó cuando dos amigas compartieron en redes que habían oído que la gente soltera, especialmente los más atrevidos, frecuentaba los supermercados, especialmente Mercadona, entre las 19:00 y las 20:00. La razón no era llenar la nevera, sino encontrar el amor. Pero claro, una cosa es estar por allí y otra es saber cómo identificar a los demás «ligones» del pasillo de frutas. Y así nació la clave del éxito: llevar una piña en el carrito… y colocarla boca abajo. Esta curiosa señal, que parece sacada de una película de espías o un ritual pagano, se ha convertido en el equivalente a decir «¡Hola! Estoy disponible y listo para el amor… o para una buena charla sobre descuentos».
El ritual de la piña: Cómo funciona
El procedimiento es sencillo, casi como seguir una receta de cocina. Vas al Mercadona, te haces con una piña y, en lugar de colocarla como harías normalmente (con su corona verde hacia arriba, como mandan los cánones frutales), la pones boca abajo en tu carrito. Luego, paseas casualmente por la tienda esperando encontrarte con otro carrito que también lleve la señal secreta. Cuando eso sucede, lo que sigue es un choque «accidental» de carritos, una sonrisa coqueta y, quién sabe, quizás el inicio de una bonita historia de amor… o una conversación sobre la oferta del 3×2 en detergente.
De ligoteo discreto al caos total
Hasta aquí, todo parece una mezcla simpática entre romanticismo y surrealismo español. Sin embargo, como en todo fenómeno viral, las cosas se han salido de control rápidamente. Según Le Parisien y la BBC, la situación ha degenerado en auténticas escenas caóticas en varios supermercados del país. ¿Un ejemplo? Grupos de adolescentes empujando carritos por los pasillos sin intención alguna de comprar, creando un ambiente más propio de una película de slapstick que de una tarde de compras tranquila.
En Bilbao, la situación llegó al punto en que la policía tuvo que acudir a una sucursal de Mercadona, alertados por el desmadre que se había formado entre las 19:00 y las 20:00 horas. Afortunadamente, la intervención policial no fue necesaria, pero el revuelo dentro de la tienda era tan evidente que los empleados no sabían si reponer las estanterías o ponerse a repartir flyers con las reglas del nuevo «juego de la piña».
Por si fuera poco, en Madrid un hombre decidió llevar la broma al siguiente nivel, apareciendo disfrazado de piña gigante en plena despedida de soltero, lo que, por supuesto, llamó la atención de todos los presentes. Si alguien pensaba que las despedidas de soltero solo pasaban en los bares, es que no ha vivido el verano de 2024 en un supermercado.
¿Mercadona, la nueva discoteca?
Lo más curioso de todo este fenómeno es que el supermercado, y especialmente Mercadona, se ha convertido en el nuevo lugar de socialización por excelencia. Olvídate del afterwork en el bar de moda, ahora lo «in» es pasarte por la frutería con una piña bien colocada. Quién iba a imaginar que las compras rutinarias de cada día podrían convertirse en una oportunidad para conocer al amor de tu vida (o, al menos, para reírte un buen rato).
El fenómeno ha llegado tan lejos que incluso algunos expertos en redes sociales ya hablan del «piñagate» como un ejemplo de cómo una simple idea puede desatar un caos organizado. Guy Hedgecoe, periodista de la BBC, describió las «escenas caóticas» que se han visto en varias ciudades de España, y cómo los empleados de los supermercados han terminado abrumados. «La manía de la piña no ha encontrado el favor de muchos empleados de Mercadona, quienes se quedan limpiando los productos no comprados», explicaba en su reportaje, señalando que la empresa ha tenido que aclarar que «no la iniciamos nosotros, surgió de manera espontánea».
Las reacciones en redes sociales: entre risas y desconcierto
Como era de esperar, el «piñagate» ha provocado una avalancha de memes, comentarios y teorías en redes sociales. Algunos lo ven como una broma inocente y divertida, mientras que otros ya empiezan a preocuparse por el impacto que este nuevo código de ligoteo está teniendo en la vida cotidiana de quienes solo quieren comprar unas manzanas en paz.
Twitter (o ahora X) se ha llenado de comentarios humorísticos sobre el tema. «Me acabo de chocar con tres carritos llenos de piñas al revés, y lo único que he conseguido es una rodilla morada», bromeaba un usuario. Mientras tanto, otro comentaba: «En mi Mercadona ya no hay piñas, pero la sección de sandías está llena… ¿será una nueva señal?».
El fenómeno, por supuesto, no ha pasado desapercibido para los solteros de otros países. Al parecer, ya se han empezado a ver algunos intentos de exportar la tendencia a Francia y el Reino Unido, lo que ha hecho que Le Parisien y otros medios extranjeros se interesen por esta «exótica» práctica española.
¿Qué opina Mercadona?
Como era de esperar, la cadena de supermercados más famosa de España ha tenido que pronunciarse al respecto. Mercadona ha aclarado que no tiene nada que ver con el origen de esta tendencia y que, si bien no han adoptado ninguna política específica sobre las piñas al revés, confían en que la cosa se calmará pronto. Aunque, por si acaso, algunos empleados ya han empezado a esconder las piñas detrás de las bananas.
La gran pregunta final
Ahora bien, queridos lectores, es hora de que reflexionéis: ¿Os atreveríais a probar el ritual de la piña del revés en vuestro próximo viaje al Mercadona? ¿O preferís seguir ligando a la antigua usanza, con una copa de vino en la mano en un bar lleno de gente?
Porque, seamos sinceros: puede que los tiempos cambien, pero siempre habrá algo profundamente surrealista en ligar junto a una estantería de productos en oferta. ¡Viva el amor frutal!