- Tras una gestación de 70 días han nacido 10 crías que podemos ver en la zona que recrea la vida subterránea de la Sabana.
- La rata topo desnuda es un roedor de sangre fría y caliente que se comporta como los insectos y, según recientes investigaciones, se convierten “en plantas” ante la falta de oxígeno.
Viernes, 15 de febrero de 2019.– Los roedores son especies que, en general, tienen mala imagen pero algunas de ellas no dejan de sorprendernos. Es el caso de las conocidas como rata topo desnuda o ratopín rasurado (Heterocephalus glaber) que hoy son noticia porque en BIOPARC Valencia ha nacido una camada de 10 individuos de esta curiosa e interesante especie.
Podemos acercarnos a ellas en la zona que recrea la vida subterránea de la Sabana, donde parte de las galerías que las albergan están visibles al público y, a través de metacritalos, podemos observarlas en sus túneles y estancias que reproducen sus hábitats originales y permiten cubrir los requerimientos biológicos de esta extraordinaria especie. Aquí podemos apreciar algunos de sus rasgos morfológicos más característicos. El más llamativo es su piel casi libre de pelo y “trasparente” por carecer de capa aislante de grasa debajo de ella. Esta propiedad hace que sean termoconformadoras, es decir, que regulan su propia temperatura según el entorno en el que se encuentran. Adaptadas a la vida bajo tierra, pueden ser de sangre fría o caliente.
Estos curiosos roedores son los únicos mamíferos con un comportamiento eusocial, rasgo característico de los insectos ya que, como ellos, viven en colonias que tienen generaciones superpuestas y hacen una organizada división del trabajo y cuidado cooperativo de crías. Igualmente sólo existe una hembra reproductora, la “reina”, y de uno a tres machos reproductores o “zánganos”. El resto de los individuos se dividen entre “soldados” y “obreros”. El resto de hembras son estériles, pues “la reina” inhibe su capacidad reproductora y una parte de ellas ingiere los excrementos de la reina, que son ricos en la hormona sexual estradiol, lo que les activa estar en modo de “crianza” y ejercer de cuidadoras de los hijos de la reina.
Ya eran conocidas su longevidad superior a otros roedores, hasta 30 años, y la baja presencia de tumores; gracias a un gen especial, el p16, que impide el crecimiento desordenado de las células. También sabíamos de su resistencia a la ausencia de oxigeno, si un cerebro humano muere tras 1 minuto sin oxígeno, la rata topo desnuda aguanta hasta los 18 minutos sin él y llega a las 5 horas con niveles bajos de oxígeno. Lo que ahora sabemos es que esto es debido a que este roedor cambia su metabolismo a anaerobio y utiliza como energía la fructosa tal como hacen las plantas, en lugar de la glucosa. Estos últimos descubrimientos abren vías de investigación no sólo para incrementar la supervivencia, sino para preservar nuestro cerebro del daño y la degeneración producida por enfermedades que causan déficit de oxigeno en las neuronas.
BIOPARC Valencia una vez más da a conocer la rica biodiversidad y al hacerlo nos inspira la necesidad de conservarla. Todas las especies son imprescindibles y cuando las conoces te haces consciente de la importancia de todas para la preservación del planeta y del bienestar de todos sus habitantes.
En febrero BIOPARC Valencia celebra su aniversario y fiel al objetivo de ofrecer una experiencia responsable con la conservación de la naturaleza, para conmemorar estos 11 años propone un aniversario “con causa” que hace posible acceder al parque en las mejores condiciones y que moviliza y llama a la acción a la población. En este sentido, en febrero los fines de semana y del 25 al 28, todas las entradas tienen un precio único de 18+1€ y el pase anual B! a 38+1€. Y, como siempre, se trata de una iniciativa comprometida con el medio ambiente, en este caso, con la fauna silvestre más próxima, pues a través de la Fundación BIOPARC, cada «+1€» se destinará a salvar a los murciélagos, la especie más emblemática para los valencianos.