Juan Luis Vives

febrero 12, 2021
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Hace ya algunos siglos que nuestra culta Valencia, antes y después de la abolición de sus venerandos fueros, ha producido genios inmortales, cuyas obras forman la admiración de los sabios. Boscan imitaba la llaneza y simplicidad de estilo, y aun las sentencias de nuestro célebre poeta valenciano Ansias March, compañero y amigo leal del desgraciado príncipe Carlos de Viana. D. Guillen de Castro y Belvís compuso la famosa comedia Las mocedades del Cid, que
sirvió al gran Corneille para la composición de la inmortal tragedia del Cid. Gaspar Gil Polo, cuyas obras admiraba Cervantes, y que se imprimieron en Amberes, Bruselas, París y Londres, era valenciano como el anterior. Juan Esteve, hijo también de la ciudad del Turia, publicó el libro de las elegancias, mucho tiempo antes que Nebrija diera á luz sus escritos, á los cuales se atribuye la restauración de las letras en España. Valencianos son asimismo Juan Nuñez, apellidado el Cicerón del siglo XVI ; el elocuente Perpiñá y el matemático, poeta y literato Jaime Juan Falcó ; el famoso botánico y médico Melchor de Villena, y los valentes y sabios caballeros D. Francisco de Moneada y D. Carlos Coloma, primer marqués de Espinar, que escribió las guerras de los Países-Bajos desde 1S88 hasta 1399 , y vertió en castellano los diez y seis libros de los Anales y los cinco de las historias de Tácito; Tosca, Cabanilles, Perez Bayer, Borrull y el tan celebrado D. Jorge Juan pertenecen también á nuestra patria, donde las artes alzaron un templo, donde Rafael no hubiera desdeñado colocar su nombre, ceñido de gloria, entre Joanes y Ribalta, Pero en el presente articulo no podemos menos de hacer una honrosa memoria del inmortal Juan Luis Vives, cuya biografía se ha escrito tantas veces, y á la que tan poco nos queda que añadir. Hijo de padres de humilde posición, como otros tantos genios distinguidos que han ilustrado al mundo con sus obras, nació en la calle del Torno viejo de santa Tecla en 6 de Marzo de 1492.


Su padre se llamaba también Luis y su madre Clara Cervent. Algunos han creído que nuestro escritor fue preceptor de Felipe II; pero no hay ningún dato exacto que lo compruebe. Consagrada toda su vida al estudio, principió en Valencia su carrera literaria, desde donde marchó á París con el objeto de dedicarse á la filosofía, y combatió las cavilosidades sofísticas de Lax y de Dullardo, cuando apenas se conocía en Francia el gusto de las bellas letras. Pasó también algún tiempo en la universidad de Lovaina, y allí cultivó con aprovechamiento las lenguas latina y griega, dándose á conocer por un profundo filósofo y excelente humanista, y por sus veinte libros titulados del Arte de enseñar, que explicó públicamente á sus discípulos. De Lovaína volvió á París, y en el año 1512 fijó su residencia en Brujas y contrajo matrimonio con Margarita Valdaura, cuyas costumbres suaves y puras formaron el encanto de nuestro célebre escritor. Después de casado estuvo en Oxford con el objeto de visitar aquella universidad, y después regresó á Brujas, donde, atacado de molestas enfermedades, falleció en 1340, á los cuarenta y ocho años de su edad. La inscripción colocada sobre su sepulcro es un elogio magnífico del distinguido
literato valenciano, cuyo ingenio tuvo que luchar con el gusto teológico de la época, dando á los estudios literarios una nueva forma desconocida hasta aquel tiempo. Cierto es que luchó al principio desventajosamente contra el escolasticismo, que dominaba entonces en la mayor parte de las universidades ; pero superior á cuantos escritores filosóficos figuraban en ellas, vio por fin coronados sus esfuerzos por los mas brillantes resultados.’ Se alzaron en contra de sus doctrinas literarias las notabilidades mas celebradas de su tiempo; pero confundió sus sofismas, y preparó el camino que debía separar las escuelas del gusto de las que con tanto aplauso contaban una existencia inmensa desde los días de Abelardo.


Sus afanes continuos, su continuo estudio, y sobre todo su crítica, poco conocida de sus contemporáneos, le han colocado justamente entre los principales restauradores de las letras. — V. Boix. El Fénix (Valencia). 2/11/1845

Los últimos años de la vida de Vives, en Breda y en Brujas

Los últimos años de la vida de Vives, en Breda y en Brujas, estuvieron impregnados de una profunda amargura. Por una parte, el desenlace dramático de personas que le habían sido muy gratas; por otra, sus enfermedades cada vez mayores en número y más agudas con el deterioro que iban causando a su salud, quebrantada ya de tiempo atrás.

Efectivamente. En mayo de 1534, Vives anuncia a Erasmo en una de sus cartas el encarcelamiento de Moro y Fisher, en Inglaterra, y el de Vergara y Tovar, en España. En enero de 1536, Catalina, reina y consorte de Enrique VIII, muere desterrada y en la miseria. En mayo del mismo año, Ana Bolena es decapitada, a impulsos de un arrebato de ira del impetuoso rey. En julio de 1536, muere Erasmo en Basilea.

Con respecto a su persona, Vives se queja amargamente de su mal de gota, que se ha apoderado totalmente de él y [Pg. 66] le hace sufrir lo indecible 140Por eso, no en vano se lamenta de la triste situación de su vida, en la que, llevado de un agudo pesimismo, no encuentra nada agradable 141Comienza a sentir la ilusión de la muerte, para verse libre de las ataduras de la carne y de los tormentos a que está sujeta la vida 142Tiene sólo 48 años, y se dispone a dejar el destierro y salir gozoso hacia la verdadera patria. Completada su carrera terrestre en pocos años, con su vida fecunda en ejemplos de virtud y fidelidad, con sus múltiples obras escritas, variadas en su temática, ricas en doctrina, cargadas de valores imperecederos, se prepara para recibir el premio de sus buenas obras y estimular a [Pg. 67] sus admiradores y amigos a que le sigan por el único camino por donde han ido los pocos y verdaderos sabios que por el mundo han pasado. Los últimos años, y más en particular las últimas semanas de su vida, irán marcados por una singular devoción y aceptación generosa de la voluntad de Dios. Su muerte ocurre en Brujas, al lado de su esposa, el 6 de mayo de 1540. Ese día constituyó para la ciudad entera un día general de luto. El municipio costeó sus funerales, como lo había hecho con otros de sus hijos más preclaros. Su cuerpo descansó en un sepulcro de la iglesia de San Donaciano, hasta la demolición de dicha iglesia, convertida hoy en jardín de la ciudad. Bajo el busto de Vives y de su esposa, con las armas de la familia Valdaura, durante muchos años se leía una inscripción en latín, que, traducido el romance, decía lo siguiente 143.

« A JUAN LUIS VIVESvalenciano, varón esclarecido en todos los ornamentos de las virtudes y del saber en cualquier linaje de disciplinas, como acreditan los gloriosos monumentos literarios que él dejó; y a MARGARITA VALDAURA, dama de rara honestidad y en grado extremo semejante a su marido en todas las dotes del espíritu, prez del sexo femenino; a ambos que unidos como siempre vivieron en alma y cuerpo y aquí entregados a la tierra, dedicaron este recuerdo a su hermana y a su marido ejemplar. Vivió Juan cuarenta y ocho años y dos meses, y murió en Brujas a los seis de mayo de 1540. Margarita vivió cuarenta y siete años, tres meses y nueve días. Falleció a los once de octubre de 1552

Andrés Schott (1552-1629), humanista de Amberes, compuso en honor de Juan Luis Vives el siguiente dístico doble. Lo dejo en su lengua original, para que no pierda nada de su imperecedera vitalidad 144: [Pg. 68]

«Vives, aeternum vivet tua fama superstes,

Nam volitas, Vives, per ora virum.

Copia magna quidem Desideriumque Batavi

Plene nunquam explens alveus amnis fluit

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